“Madrinas” ¿vigentes?

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“No se pescan truchas 

a bragas enjutas”. 

Usted estimado lector se asombraría de la cantidad de veces que un delito perpetrado es resuelto mediante la “colaboración” de una “Madrina”. Y también cuantos delitos son cometidos por “madrinas”. Pero, ¿Qué es una madrina? Es un sujeto que NO pertenece a las policías, pero que colabora con ellas en N cantidad de cuestiones de carácter oficial.   

Como parte fundamental del engranaje del submundo de las policías investigadoras a lo largo y ancho del país, estos sujetos han sobrevivido desde los años 50´quizas, como facilitadores de información a las autoridades, “soplones”, “dedos”, “chivas”, “sapos”, etc., son algunos de los apodos con los que se les menciona en el jerga policial. 

De hecho son criminales, su ámbito de desarrollo es el mundo ilegal, son producto del inframundo delincuencial, conocen quien es quien, ahora sí que por tipos penales. Y viéndolo fríamente, en alguna medida son el origen de las policías investigadoras, fueron los primeros en esos regímenes semi-totalitarios, quienes formaron y engrosaron las filas de las policías incipientes del México posmoderno.

-Para que la cuña apriete, tiene que ser del mismo palo-, uno equivalente para investigar, perseguir y detener a su par. La misma organización de las policías, así como sus partes más elementales de construcción están ligadas a la investigación del delito y por ende a la evolución histórica del ministerio público y del propio procedimiento penal inquisitorio, donde la detención ilegal y la tortura, fueron la amalgama que los uniría para siempre en una trinidad  (MP-Policía Judicial-Madrina).

Tal vez las “Madrinas” en un principio, tuvieron una participación estrictamente de proveedores de información a las autoridades, pero como fue avanzando el control político férreo del partido único en el gobierno, fueron ampliando sus “capacidades de colaboración”. Existen registros en la CNDH de sujetos que no siendo autoridades, participaron en desapariciones de opositores políticos con aquiescencia de autoridades efectivas, así como herramientas de información y de contrainteligencia sin registro y control en los aparatos de seguridad nacional y del ejército.  

Técnicamente las “Madrinas”, no existen, son inidentificables, algunos son ex policías antes de ser expulsados por controles de ingreso y de permanencia, otros son familiares de policías en activo, a unos inclusive los uniforman y arman para operaciones tácticas policiales de intervención, unos más son utilizados como torturadores, en fin, el catálogo de sus servicios es del tamaño de control interno que tenga la corporación.

En casi todas las instituciones de policía del mundo trabajan con informantes, pero están regulados y limitados a una mera función de proporcionar información y cada vez se ven más acotadas para esas prácticas. El problema en México es que son necesarios debido a una incipiente capacidad de investigación y de conocimiento del mundo criminal que se armoniza con una estructura sumamente vertical con jerarquías complejas de funciones y de actividades, aunado a la línea nebulosa de actuación legal de unos y otros (policías y Madrinas).

TAPANCO: Hace algunos años ser “Agente meritorio” en la DFS o “16” en la PGR, era la facultad otorgada soterradamente de operar con licencia para cualquier tipo de tropelía, estaban y a la vez no estaban dentro del estructura del poder policial mexicano federal. Por un Agente de la DFS en activo había hasta 15 “Agentes meritorios”, por cada Agente de la Policía Judicial Federal había hasta 50 “16”.

Parece que hoy se ha regresado a la práctica con socarronería de las autoridades, son un mal necesario, sino, “no sale el jale”.    

Francisco.soni@uaslp.mx twitter: @franciscosoni