Migración es la consecuencia y no la causa

A las mexicanas y mexicanos: México es una Nación que se distingue del resto del mundo por los valores de su pueblo arraigados en la solidaridad, la fraternidad y el humanismo. A lo largo de la historia, hemos demostrado un genuino orgullo por nuestra identidad nacional y una irrenunciable vocación humanitaria, que acoge, valora y respeta a todas las personas sin importar su estatus migratorio.

Hoy, ante un contexto internacional complejo en el que los flujos migratorios son más prominentes y frecuentes, es común que cada vez conozcamos más cerca las historias de miles de hermanas y hermanos migrantes que emprenden un nuevo camino en busca de un lugar seguro, tanto para ellos como para sus familias.

Sin duda, el Gobierno mexicano ha asumido con responsabilidad el desafío de garantizarles una estancia digna y segura, así como apoyos inéditos a fin de que no tengan que abandonar su lugar de origen.

En este complejo escenario, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha esgrimido las mejores formas diplomáticas para mantener relaciones equilibradas y justas con nuestros vecinos del norte sin perder de vistas las muchas necesidades de Centroamérica y el Caribe. Lo cual, constituye un parteaguas para la política exterior nacional.

Basta señalar que la Guardia Nacional logró el rescate de más de 14 mil personas migrantes. Además, como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, México presentó ocho resoluciones en materia de derechos humanos, en las que el tema migratorio tiene un lugar preponderante.

Como nunca antes se han fortalecido las relaciones diplomáticas mediante la implementación de diversas estrategias que atienden puntualmente las necesidades y realidades que viven las y los mexicanos en el exterior, brindándoles asistencia y protección consular de manera preventiva, proactiva e integral.

Dicho en palabras llanas, el Gobierno actual entiende de manera amplia el fenómeno migratorio y sabe de cierto que, al ser un país de origen, tránsito y destino, debe instrumentar políticas integrales que sean capaces de mover las estructuras más profundas de nuestro país, de nuestra región y del mundo entero, ya que es evidente que el problema no son las personas, ni sus vulnerabilidades o circunstancias particulares, sino el modelo económico mundial que se empeña en colocar siempre a los mercados por encima de los seres humanos.

De ahí que se reunirá con cancilleres de diez países hermanos para construir un plan de ayuda para la migración, a fin de garantizar seguridad a quienes transitan o ingresan a nuestro territorio, así como para evitar que se incrementen los flujos migratorios.

El Ejecutivo Federal tiene razón, es fundamental que en primer lugar se atienda la problemática con una sola visión, por lo que es necesario que Centroamérica, el Caribe y Sudamérica impulsen acciones conjuntas, al tiempo que se coloque en el centro de la agenda bilateral el tema migratorio, pues es claro que éste seguirá estando presente mientras no se combata la pobreza y las muchas desigualdades existentes.

En la Cumbre de los Tres Amigos, como se le conoce a la CLAN (Cumbre de Líderes de América del Norte), hubo acuerdos importantes en materia de cooperación económica, seguridad, movilidad laboral y cambio climático, entre otros temas; y las tres naciones trabajan para promover la relocalización de inversiones específicas en industrias clave como la de semiconductores, transición energética, vehículos eléctricos y minerales críticos.

El titular del Poder Ejecutivo fue claro desde el inicio de su administración: “la mejor política exterior es la interior”. Pues de lo que se trata la política interior y exterior es de crear un mundo más justo e igualitario, tal y como lo señaló ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde ha insistido una y otra vez en la imperante necesidad de redistribuir la riqueza.

Por eso es que sembrando vida y jóvenes construyendo el futuro son mucho más que programas para el bienestar dentro y fuera de México. Son principios republicanos y son herramientas para reconstruir el tejido social.

@larapaola1

(Activista Social)