Nuevos enfoques
“Reconocer un problema es el principio de la Solución”
E. Villanueva
Esta semana el presidente de la nación reconocía lo innegable “a mexicanas y mexicanos lo que más les preocupa es la inseguridad”, por más porras que se autoasignen los políticos y mandos policiacos de cualquier nivel de gobierno.
Según la Encuesta Nacional de Seguridad en Zonas Urbanas (ENSU) del INEGI, durante el segundo trimestre de este 2022, la percepción local de la inseguridad de las personas ronda por el 80%. Y esto, no es en valde, si vemos a su vez que, el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) reporta, por ejemplo, al narcomenudeo en un ascenso del 231%, con respecto al mismo periodo del 2021.
Pues bien, me parece más bien, que antes de tratar de demeritar (infructuosamente, por cierto) la percepción social hacia la inseguridad, sería más provechoso -en términos del debate social- tratar de razonar acerca de salidas a un infierno de violencia que lleva más de 15 años (cuando menos desde Felipe Calderón Hinojosa y su “guerra al narco”).
Y este punto, es donde me llama la atención las últimas declaraciones del gobierno local de SLP (dándole seguimiento a la nota), referenciado al Licenciado Ricardo Gallardo, quien ha dicho:
[“”] En San Luis Potosí existe un mercado local de consumo de drogas, en el que existen 40,000 consumidores de todo tipo de drogas, destacándose la llamada “Cristal”. Precisaba el mandatario, además, que el 70% de los consumidores eran de clase media alta, y el otro 30 % de clase media baja. Esta problemática implica un consumo en promedio 3 dosis diarias, lo que conlleva a un consumo diario de 150,002 dosis, agregando, que esto, en términos económicos, genera una ganancia lucrativa de aproximadamente 2,000 millones de pesos.
Por su parte, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, confirma el estimativo de adictos, adicionando que la ganancia, indiscutiblemente, genera disputas por los beneficios del mercado interno, y, ello impacta en los índices inseguridad, es decir, no se trata de un territorio de tránsito sino de consumo; y en la lógica de esta criminalidad es la de eliminar la competencia para maximizar las ganancias.
Por lo anterior, resulta bastante lógico los reportes del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en cuanto al aumento -en la ciudad- de los delitos de narcomenudeo en un 231%, con respecto al mismo periodo del 2021, y mucho me temo, la lamentable historia seguirá.
Más bien debemos regresar al discurso del gobernador, quien parece tener claro la problemática -lo cual de suyo es un gran avance, si vemos a los anteriores gobernantes que no pasaron de demeritar a la percepción social de inseguridad-.
Lo que aún no se dice es el cómo, y ello no es de suyo menor, pues, ahí se verá la viabilidad de la propuesta gubernamental.
De momento se agotan las líneas de este mi espacio editorial, las y los espero con la segunda parte de esta colaboración, el próximo viernes.
carloshernandezyabogados@hotmail.com