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NUNCA FALTA ALGUIEN CON GANAS

Por Juan José Rodríguez

Noviembre 26, 2020 09:54 a.m.

A

    Quien quiera que sea el candidato o la candidata del Partido Revolucionario Institucional a gobernador del estado tendrá un destino peculiar: lo más probable es que sea derrotado antes de llegar a las urnas, y en el remoto caso de que no fuera así, lo más seguro es que sea abandonado a su suerte, sin buenos augurios. Con todo, no faltarán aspirantes.

Conforme a la cláusula IV del Convenio de Coalición firmado por PAN, PRI, PRD y Conciencia Popular, Acción Nacional se reservó el derecho de realizar una elección interna para definir a su candidato mediante votación de los militantes. PRD y Conciencia suscribieron el compromiso de adherirse a esa candidatura. El Revolucionario Institucional por su parte logró que los demás aceptaran que realice su propio proceso interno y mediante una Convención de Delegados elegir a su candidato.

De entrada, esta determinación del tricolor pareció un gesto simbólico más que otra cosa, sobre todo si se toma en cuenta que en esa misma cláusula se establece que los dirigentes estatales de los cuatro partidos formaran una “Coordinadora Estatal Ejecutiva”, la cual por unanimidad definirá al candidato de la Coalición de entre los ganadores de los procesos internos (que solamente podrán ser dos, uno de PAN-PRD-PCP y otro del PRI en solitario).

En otro párrafo de la misma cláusula, se dispone que esa Coordinadora Estatal Ejecutiva “realizara el o los ejercicios de medición que estime conveniente, poniéndolos a disposición de los integrantes, a más tardar en los plazos que establezca la Coordinadora”. No se aclara de qué tipo de medición se está hablando, pero atendiendo al contexto es obvio que se refiere a trabajos demoscópicos.

Contrario a lo inicialmente difundido luego de la apresurada firma del Convenio la noche del pasado martes 10, la elección del candidato de la Coalición no será resultado de encuestas, sino del acuerdo unánime de los cuatro integrantes de la Coordinadora Estatal Ejecutiva. Los estudios de opinión que eventualmente se realicen servirán de elementos de juicio para los dirigentes partidistas, pero no serán sus resultados los que determinen la identidad del abanderado común. Sobre la mesa habrá, ya lo dijimos, solo dos nombres: el del bloque PAN-PRD-PCP y el del PRI.

Es un arreglo que presagia complicaciones. Una vez definidos ambos candidatos (que en estricto sentido serían todavía precandidatos de la Coalición), el del bloque encabezado por el PAN de entrada tiene tres de los cuatro votos de la Coordinadora Estatal Ejecutiva, pero visto el candado de la unanimidad, no serán suficientes. Con su único sufragio, el PRI puede descarrilar los acuerdos.

La insistencia priista -porque la hubo en grado extremo- que como decíamos párrafos arriba pareció de inicio un mero gesto simbólico, adquiere otra dimensión si se cambia la perspectiva. En primer lugar, si no se hubiera empeñado en celebrar su propio proceso interno y sacar su candidato o candidata, el Revolucionario Institucional corría el riesgo de que si por cualquier causa se rompía la Coalición, se quedaría sin candidato propio para presentar en las elecciones constitucionales aunque fuera en solitario y con sus 10-12 puntos porcentuales de intención de voto. (Los tricolores saben que sin candidato a gobernador se hace más difícil ganar diputaciones o ayuntamientos).

Además, aprovechando el inexplicable requisito de la unanimidad, el PRI queda en posibilidad de utilizar esa capacidad de trabar cualquier acuerdo final y de hecho hacer añicos la Coalición, para negociar otras cuestiones de su interés, como determinadas candidaturas municipales o distritales. Todavía hay tiempo -hasta principios de enero- para formar Alianzas Partidarias.

Con todo, quien sea el abanderado priista surgido de su Convención de Delegados (prevista para el 8 de enero, a reserva de que en estos días lo confirme la convocatoria respectiva) no tiene realmente futuro electoral. Si la Coalición se sostiene -y cada vez sus integrantes tienen más incentivos para conseguirlo- a las elecciones del domingo 6 de junio llegará el que emerja del proceso panista: Gama, Sonia, Nava u Octavio. De antemano cuenta con tres de los posibles votos en la Coordinadora Estatal Ejecutiva. En el eventual caso de ruptura, indudablemente que de un lado se quedarían PAN, PRD y PCP, con sus 20-25 puntos porcentuales de votación, y por otro el PRI con su baja intención de voto. Aparte claro, los candidatos de las demás formaciones políticas.

No obstante ese sombrío panorama, no faltarán interesados en ir a la contienda enarbolando el estandarte tricolor. De mi se acuerdan. Unos por ver si algo les queda en el bolsillo, otros para ver cumplido un viejo anhelo (sin temor al ridículo), alguno por institucionalidad y no faltará el que muere por verse lanzando arengas y recibiendo vítores.

Y NO LO DIGO YO

 El pasado 4 de junio, en este mismo espacio publicamos que a principios de 2019 los Servicios Estatales de Salud que dirige la doctora Mónica Liliana Rangel Martínez, habían contratado a dos empresas fantasmas que en esas mismas fechas eran investigadas por la Fiscalía General del Estado de Baja California, acusadas de haber firmado contratos fraudulentos por más de 94 millones de pesos con la administración anterior encabezada por el panista Francisco Kiko Vega.

Una de ellas, “Servicios Empresariales Aplicados Gluvitec (a veces referida como Glutivec), S.A. de C.V., recibió aquí mediante adjudicación directa un contrato por 5 millones 739 mil 680 pesos, para “la actualización de la evaluación socio-económica a nivel costo-beneficio o costo-eficiencia del total del proyecto de sustitución del Hospital Central Dr. Ignacio Morones Prieto”.

Independientemente de que según nuestras propias indagaciones ese trabajo muy bien lo hubieran podido hacer varias de nuestras instituciones de educación superior y a un precio mucho más bajo, lo más sospechoso es que Gluvitec proporcionó un domicilio donde nunca se le localizó; sus representantes (entre ellos quienes recibieron el pago millonario) nunca se identificaron satisfactoriamente ni proporcionaron algún teléfono o correo electrónico donde poderlos contactar.

Cuando conversamos con la Dra. Rangel Martínez, su defensa principal era que el estudio encargado estaba hecho y entregado. Le solicitamos una copia de dicho trabajo. Recibimos una portada de pésima calidad, evidentemente trucada utilizando el logotipo de la empresa. No hubo más.

Ahora sucede que en el Informe Individual de la Auditoria número AEFPO-19-PARFIP-2019 practicada por la Auditoría Superior del Estado al ejercicio 2019 de los Servicios de Salud, entregado en días pasados al Congreso del Estado, hay una extensa referencia al contrato suscrito y pagado con Gluvitec. Su parte sustantiva dice:

“La entidad (los Servicios de Salud) no presentó documentación e información que justifique los servicios prestados y las constancias de aceptación y/o recepción del área solicitante; así como (tampoco), documentos de las actuaciones del personal de la empresa contratada, evidencia de la supervisión a través del Hospital Central y de las notificaciones entre los Servicios de Salud y el prestador del servicio. El documento que se presentó como Anexo Uno del contrato no describe de manera puntual los entregables… No se identificó la participación del proveedor en la elaboración de la documentación e información presentada; no se comprobó su capacidad para la prestación del servicio contratado, y no se tiene evidencia de su existencia en el domicilio fiscal…”.     

En el a veces enrevesado lenguaje burocrático, el párrafo anterior es una puntual descripción de un contrato fraudulento con una empresa fantasma. Hay luego un episodio que si no fuera porque estamos hablando de latrocinios en perjuicio de la hacienda pública estatal sería hasta chusco. Enterados de que la ASE no había logrado ubicar el domicilio de Gluvitec en la Ciudad de México, los Servicios de Salud enviaron personal propio a intentar lo mismo. Pues con la pena, pero el acta circunstanciada de fecha 6 de octubre pasado levantada con todo y fotografías por empleados de los SS, hace constar que en la dirección señalada por la empresa no había nadie. Como dicen los chavos “¿Así o más claro?”.

De la otra empresa sospechosa, Kazpher Proyectos, Insumos y Mantenimiento Universal, S.A. de C.V., que recibió en adjudicación directa un contrato igual de sospechoso por 16 millones 763 mil pesos, no hay referencias en el informe citado de la ASE, pero habrá que indagar al respecto.

COMPRIMIDOS

·         El Poder trae consigo la capacidad de mandar y la posibilidad de hacer; otorga a veces la oportunidad de ganar prestigio o de hacer fortuna, permite servir o depredar. Lo que nunca trae aparejado es inteligencia, talento, conocimientos o clase. Gabino nos lo acaba de demostrar.

·         Si el cada vez más celebre “Criterio de Oportunidad” aplica solamente cuando el beneficiario puede acusar con pruebas a un superior o acreditar la comisión de delitos más graves que los que se le imputan, ¿quiere esto decir que si alguna vez es aprehendido el expresidente Enrique Peña Nieto él ya no tendría la posibilidad de acudir a ese privilegio? ¿O podría intentarlo acreditando delitos graves cometidos por la Suprema Corte de Justicia o el Congreso de la Unión? No son sus superiores pero técnicamente sí sus iguales. Diría mi abuelita, estas son puras pensuleadas.

·         No falla, es como un acto reflejo. Luego de que hace cinco semanas el PRI se llevó carro completo en las elecciones de diputados locales en Coahuila, arrasando con toda la oposición, Morena incluso, ya nos enteramos el martes que el exgobernador de esa entidad y principal operador electoral del CEN del PRI, Rubén Moreira, está siendo investigado por instancias federales por un supuesto desvío de cientos de millones de pesos.

·         A reserva de que se pueda confirmar oficialmente, ya que en los Servicios de Salud (¿o Secretaría?, ¡alguien que por favor me saque de la duda!) no se mueren por darme información, recibo datos muy preocupantes sobre los índices de positividad que están arrojando las pruebas para detectar Covid-19 en laboratorios no gubernamentales. Hay “picos” que rebasan el 70 por ciento.

·         Nunca lo vi jugar presencialmente. Disfruté su genialidad innumerables veces por la televisión. Siempre lamenté sus excesos y me dolieron sus pesares. Un sentido adiós al legendario 10, al Pelusa, a Diego Armando.

Hasta el próximo jueves.