Por la lectura

“No se dice ´ler´, se dice leer” 

Niña corrigiendo al Secretario 

de Educación de México

El pasado miércoles recibí invitación de mis siempre estimados amigos, los Licenciados Francisco Escudero Villa, Director de Desarrollo Humano de la Oficialía Mayor de Gobierno Edo. S.L.P, y, Alfredo Naquid, Subdirector del mismo departamento, para acudir a un evento dentro del Programa de Fomento a la Lectura, ciertamente, la dependencia tiene una vocación de capacitación y desarrollo a los burócratas estatales, me decían, los funcionarios públicos que dado la temática era imposible no vincularla con la sociedad en civil. 

La verdad, fue muy grato ver entre los panelistas a las apreciadísimas personas de Martha Ocaña, David Vázquez Salguero, Norberto de la Torre, César Porras y José Adame; dándonos sus motivaciones acerca de esta actividad esencial para el desarrollo humano, empero, lamentablemente sabemos que México es un país de no lectores, en buena medida, se entiende acertado, el programa público de Ignacio Taibo II (Director del Fondo de Cultura  Económica), sobre bajar el costo de los libros editados por el gobierno federal a $10 pesos, de esta forma se mejoraría la accesibilidad del derecho humano a la cultura.

Martha Ocaña nos comentaba la importancia de la familia para el adquisición  de este hábito, por ejemplo, ella recordaba que en su casa paterna y la de su abuelo, siempre existió un espacio o un cuarto dedicado para almacenar libros, es decir, una biblioteca familiar, la verdad, yo no había tenido el enorme gusto de conocer a esta distinguida señora, con la que comparto paginas en la sección de articulistas en Pulso, y, su rememorizante ejemplo me hizo acordarme de mi padre, quien siempre dispuso que hubiera un estudio en la casa, en donde se albergarían las obras, desde, Luis Spota, hasta, las necesarias enciclopedias británica y Salvat, que compartían espacios con cientos de ejemplares de la Revista Proceso (de hecho, si soy columnista en buena parte es por él, siempre fan lector de Miguel Ángel Granados Chapa, hasta el día de hoy ya jubilado,  diariamente acude al puesto de revistas -en frente al Motolinía- a comprar dos periódicos locales y otros tantos nacionales). 

También señalaba la Directora del IPBA, cifras estadísticas que demostraban la problemática de la insuficiencia nacional de lectores, menos de la mitad de los universitarios leen, el grueso de los lectores son adultos mayores pensionados, lee más el noreste que el resto del país.

Por su arte, David Vázquez Salguero, nos externaba su legítima preocupación por los parlantes del tének, poseen la desventaja de que su idioma no tiene una correspondencia en la escritura por ende en la lectura, siendo uno de los grandes retos de la sociedad mexicana para preservar nuestro patrimonio lingüístico, además, el Presidente del Colegio de San Luis,  acertadamente, señalaba los tipos de lecturas a los que nos enfrentamos, sean de gozo o profesionales, ósea, uno no sólo lee por obligación laboral sino por placer, aunque, la lectura científica a los investigadores nos consume muchas horas de nuestro día, siempre postergando el goce de leer una buena novela  antes de dormir o de plano a cargarla en las vacaciones. 

Por su parte, mi estimado amigo, el laureado poeta y periodista  potosino Norberto de la Torre, hacía una brillante exposición de la conexión entre el cerebro humano y los sentidos, a partir, de la lectura una persona asociará situaciones psicológicamente personales, que sólo se advertían en su “yo” interno con una experiencia parecida a la vivida por un extraño, ponía el sutil ejemplo, de la comprensión e identificación del sentimiento amor, a partir, de las ideas manifestadas por un tercero, es decir, el momento emotivo por el que se pasa identificado en los versos de  Pablo Neruda, o Benedetti. 

En fin, fue muy grato constatar el entusiasmo de estos estimados funcionarios públicos, quienes se preocuparon por juntar perfiles y personalidades distintas, quienes sin embargo comparten la misma idea la importancia sobre la lectura, pues, sus historias personales jamás se hubieran logrado en ausencia de ella.

En verdad es encomiable la labor de estos directivos, sin duda, me hicieron recordar a Max Weber, cuando señalaba que la burocracia es esencial para la consolidación de un Estado democrático de derecho, pues, son los servidores públicos los técnicos y expertos que hacen conducir el camino de la gestión pública, es por ello, que debe apostarse a su desarrollo profesional, además, la lectura las y los hará mejores personas, no sólo desde el punto de vista cuantitativo sino cualitativo. 

La próxima semana no publicaré, pero, las y los espero con el gusto de siempre el próximo viernes 26 de abril. 

carloshernandezyabogados@hotmail.com