REBOTES INOPORTUNOS

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Salvo una recomposición que no se ve nada fácil, a nuestro estrambótico Congreso se le va a dificultar mucho ya no digamos hacer cosas importantes en materia legislativa sino, simplemente, cumplir con sus responsabilidades básicas tipo discusión y aprobación del presupuesto o de la cuenta pública y designaciones o ratificaciones de diversos funcionarios. Adicionalmente, su más reciente y escandaloso pleito implicó un duro golpe político para el gobernador Juan Manuel Carreras, ciertamente no premeditado pero desgastante e inoportuno.

Explico esto último. Hace apenas tres semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que apretar tuercas a su partido y aliados para que se dejaran de maniobras y respetaran un acuerdo de 2018, según el cual en este tercer año de la actual legislatura federal la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Diputados le correspondería al PRI.

Exactamente el mismo tipo de compromiso en beneficio de Morena existía hasta el amanecer del domingo pasado en nuestro deplorable Congreso, pero aquí el Ejecutivo se enteró del desaguisado cuando ya era irreversible. Me hago cargo de que en San Lázaro el morenismo tiene mayoría mientras que aquí la fracción priista es minoritaria, pero está claro que sin su participación la zancadilla a los morenos no se hubiera concretado.

A tan pocos días de su quinto informe de gobierno y en vías de tejer finos acuerdos políticos con López Obrador para que su sucesión no se le revuelva en contra y su séptimo año no sea una pesadilla, Carreras llega a estos momentos cruciales con chipotes, rasguños, moretones, roturas en la ropa y caca en los zapatos. 

Eso le pasa, entre otras cosas, por dejar todo lo que no sea ceremonial y oropelesco en segundas manos, que además traen su propia agenda. Ese mantra suyo de “véanlo con El Caco”, comienza a pasarle facturas cada vez más onerosas (Carlos Hank decía que en política todo lo que se puede comprar con dinero es barato. Después de que ni con la chequera abierta El Caco pudo arreglar lo de la Fiscalía anticorrupción hace tres semanas, habría motivo para sospechar que ya lo alcanzó el Principio de Peter).

Por cuanto hace a la sarracina que se armó el domingo pasado en el Congreso, a resultas de la cual Morena se quedó sin la presidencia de la mesa directiva, todos los involucrados tienen parte de culpa; no hay inocentes; ni siquiera entre los que aparecen como víctimas.

El evento fue, a final de cuentas, resultado de una peculiar mezcla de ineptitud política, dejadez, ambiciones personales, chismes, cobro de facturas y, desde luego, inexcusables descuidos de varios actores políticos, Gabino incluido.

Les cuento: desde días antes de la sesión del domingo pasado, Eugenio Govea comenzó a buscar apoyos, primero entre la llamada Chiquillada, para ser electo presidente de la directiva. Una vez que aseguró varios votos se aproximó a las fracciones del PAN y el PRI, donde tuvo menos éxito pero exhibió un fallo en el esquema. La explicación me la dio un diputado enterado de todo el intríngulis: “Nos quedamos esperando que los Morenos nos pidieran el voto, pero nada. Ni Edson como coordinador de la fracción, ni Alejandra Valdés como principal interesada, nadie de ellos intentó nada parecido a un consenso”. Otra legisladora simplemente me comentó: “Hubo cierta prepotencia de los morenos”. Mala praxis política.

Para empeorar todo, todavía la mañana del domingo, a punto de comenzar la sesión del Pleno, la diputada Valdés encaró de mal modo a una colega de otra fracción, para reclamarle que anduviera jugándole las contras a su candidatura. Esto, producto de chismes baratos que, como tales, no eran ciertos. Este incidente le enajenó de inmediato varios votos. 

En ese ambiente descompuesto para Morena, lo que vino a ser la puntilla fue que al arranque de la sesión plenaria trascendió que por lo menos dos integrantes de la bancada morenista votarían en contra de su compañera Alejandra Valdés, por agravios personales. Al final fue solamente una, pero el daño estaba hecho. En teoría la alianza Juntos Haremos Historia cuenta con nueve votos: seis de Morena, dos del PT y uno del PES. Como se vio físicamente con la toma de la Tribuna, no participó la morenista Rosa Zúñiga Luna (quien en corto se queja de que en su bancada la “hacen menos”) ni la petista Paola Arreola, quien ya hace tiempo marcó distancia.

Con sus cinco votos propios más el sexto que desde siempre le aporta la diputada de Nueva Alianza, el PRI no habría podido sacar adelante a la candidata de Morena, pero sí podría haber impedido la elección de cualquier otra propuesta. Cuando en Palacio de Gobierno tuvieron noticia del desaguisado en marcha, quisieron intervenir pero era demasiado tarde. En el Ejecutivo lo último que deseaban era un rompimiento con el partido de López Obrador, por las negociaciones político/electorales en puerta.

Salvo algún acto de magia política (o económica) lo previsible es que si no todos sí la mayoría de los asuntos de interés para el Ejecutivo en el Congreso se van a topar con la oposición de Morena. Va a ser prácticamente imposible sacar adelante los que necesiten de mayoría calificada. Y están haciendo fila la nueva terna para la fiscalía anticorrupción, la ratificación o no de nueve magistrados del Supremo Tribunal de Justicia y la designación de dos nuevos, que pueden ser más, dependiendo de qué suerte corran las ratificaciones.

VA A LO LLEVAN

La semana pasada dimos cuenta aquí de un procedimiento judicial iniciado en Tlalnepantla, Edomex, en contra de un aspirante a la candidatura del Partido Acción Nacional para gobernador de nuestro estado. Apuntamos que estaba citado a comparecer ante el Juzgado de Control del Distrito Judicial de ese municipio el viernes pasado, para llevar a cabo la llamada Audiencia Inicial de Formulación de Imputación, por los probables delitos de fraude y daño en los bienes.

Bueno, pues el imputado no compareció. Sí lo hizo su abogado, quien justificó la ausencia por problemas de salud. Dado que ya había desatendido un citatorio a fines del mes anterior, así como otros anteriores en la Carpeta de Investigación antes de ser judicializada, se abría la posibilidad de que se librara orden de aprehensión en su contra o de que, como hubiera deseado la defensa, se expidiera otro citatorio para fecha próxima. 

El juez de la causa optó por una vía intermedia y expidió una orden de comparecencia para que el presunto responsable sea llevado a su presencia con el auxilio de la fuerza pública el próximo miércoles 23 a las 8:30 horas.

Tenemos a la vista el documento correspondiente, fechado el pasado día 11, dentro de la Causa de Control 503/2020, con número de oficio 9921. Está dirigido al Fiscal Regional de Justicia del Estado de México con Sede en Tlalnepantla, quien debe turnarlo a agentes policiacos a sus ordenes para su cumplimiento. El mandamiento judicial señala como domicilio del presunto uno del municipio de Atizapán, Edomex, que es en donde reside desde hace mucho tiempo, aunque de dos años a la fecha tiene también un domicilio alterno en esta capital, dadas sus ocupaciones legislativas.

De acuerdo con penalistas consultados, lo más sensato es que el interesado acuda voluntariamente a la cita fijada por el juez, sin esperar a que lo lleven por la fuerza. La orden de comparecencia expedida no puede ser ejecutada fuera del Estado de México, ya que los convenios de colaboración suscritos entre las distintas corporaciones policiacas se refieren a la ejecución de ordenes de aprehensión y no de comparecencia.

Lo que sí es previsible es que en caso de no ser localizado y presentado o de que no acuda por propia voluntad, el siguiente paso del juzgador será librar una orden de aprehensión, que puede ser ejecutada en cualquier punto del territorio nacional e incluso en el extranjero.

Por ultimo, nos llegó un dato nuevo: el total del perjuicio causado a la víctima se estima en aproximadamente 20 millones de pesos. El monto exacto será precisado en el curso del proceso, con la intervención de peritos. El asunto, como se recordará, deriva de un contrato incumplido para ampliar y remodelar una residencia ubicada en Atizapán. 

Sin afectar el Debido Proceso, es permisible citar el nombre sin apellidos del acusado: Rolando.

COMPRIMIDOS

Cada día se oscurece más el cielo. Entre las descalificaciones mañaneras contra Nexos, Letras Libres, Reforma, Loret y todo aquel que se anime a criticar; videos burlones desde el trópico, exabruptos tan desquiciados como los de Paco Ignacio Taibo II invitando al auto destierro a Héctor Aguilar Camín y a Enrique Krauze y congelamientos de cuentas a todo lo que sea o parezca oposición, imposible dormir tranquilos. El horizonte perfila cuatro años más presididos por el rencor y la intolerancia.

El llegue medio críptico que López Obrador le puso al exgobernador Marcelo de los Santos -ahora conocido como Maestro Limpio- desató muchas especulaciones. Me quiero referir a una en particular por equívoca: que el propósito de fondo fue aplacar cualquier inquietud de Marcelo Jr. para ser candidato a gobernador. No la comparto. Marcelito no tiene ni ha tenido ninguna posibilidad. Hasta los panistas más despistados saben que sin estar en el gobierno multiplicó su fortuna personal durante el sexenio de papá ¡¿cómo nos iría si tuviera la llave de la caja?!

A reserva de lo que resuelva el Tribunal Electoral federal sobre las impugnaciones en la materia, con la aprobación de Encuentro Solidario por parte del INE, aquí en San Luis podrán participar 10 partidos políticos en las elecciones del 2021. Las ocho que tienen registro nacional (Morena, PAN, PRI, PRD, PT, MC, PVEM y el nuevo PES) y dos que tienen registro estatal: PCP y Partido Nueva Alianza SLP, que lo perdió a nivel nacional pero lo rescató aquí.

Más allá de su claro conflicto de intereses, que podrá litigar y chicanear pero que es inocultable, por pura decencia, por tantita decencia, por un mínimo de decencia, el diputado Rubén Guajardo debe excusarse de conocer del juicio político a Juan Paulo Almazán Cué como magistrado del Supremo Tribunal de Justicia. Es más, debería apartarse de las comisiones de Justicia y Gobernación en tanto se procesa todo el tema.  

A los responsables de velar por nuestra seguridad pública, de todos los niveles de gobierno y de todos los emblemas habidos y por haber, encarecidamente y de rodillas les hago una súplica, una ferviente rogativa que ojalá toque sus corazones y conciencias: ¡Ya dejen de hacerse pendejos!

Hasta el próximo jueves (confío).