Revolución de las conciencias

Citlali Hernández, Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional del Partido “Movimiento de Regeneración Nacional” (Morena), estuvo el pasado fin de semana en la capital potosina y, junto con el Secretario de Jóvenes del mismo partido, Alejandro Porras, encabezó las actividades del primero de dos días en los que Morena (de)mostró porqué es un partido que está en movimiento, haciendo contacto territorial y sectorial con la gente, pero además de manera enriquecedora para lo que ha denominado como “revolución de las conciencias”, mediante el intercambio de ideas en diversos temas que van desde la organización política, la solución de problemas diversos e inmediatos que aquejan a la población, así como de propuestas para el proyecto de nación que el próximo gobierno de la Cuarta Transformación habrá de consolidar.

     Más allá de las declaraciones referentes a la compleja relación política con los aliados de la 4T, quedó de manifiesto que Morena es un partido que, en el caso potosino, atraviesa por un relanzamiento positivo en el espacio público, en términos de un trabajo organizativo que la actual dirigencia estatal, encabezada por Rita Ozalia Rodríguez, ha logrado encaminar en términos de la necesaria unidad política dentro de la pluralidad. En el primer día de actividades, el sábado, Citlali y Alejandro expusieron a jóvenes concentrados en una plaza pública, la importancia de abrevar en el conocimiento y reflexión de la historia de las transformaciones institucionales que ha tenido nuestro país desde el siglo XIX, donde la constante ha sido la participación del pueblo como sujeto central del cambio y de liderazgos ejemplares con una visión amplia para orientar ese cambio en beneficio general y de largo plazo. 

     En el actual proceso de consolidación de la Cuarta Transformación, la capacidad de los jóvenes como cuadros de recambio generacional es fundamental. A diferencia de las transformaciones institucionales precedentes, en 2018 se logró catalizar, de manera pacífica, una larga lucha social, revolucionando las conciencias de amplios sectores de la sociedad para experimentar, políticamente hablando, lo que pueden ser capaces de hacer, es decir, de tomar el destino de la vida pública en sus manos. Si para este propósito se cuenta con un mínimo de formación política mejor, sobre todo en los jóvenes que serán los cuadros dirigentes con la más amplia responsabilidad histórica de consolidar la transformación.

     En el segundo día de actividades, también en plazas públicas, lo que se vivió fue una jornada de consulta a la población sobre temas fundamentales para el proyecto de nación, que se construye como alternativa verdadera a esa larga noche que se vivió con el modelo neoliberal depredador, y que se ha venido cumpliendo como programa de gobierno que privilegia incentivos colectivos y no los intereses selectivos o de facción. Pero las transformaciones institucionales, por definición, no son de un día para otro y, por eso, la discusión pública sobre el derrotero de un programa de gobierno que debe seguir profundizando el cambio, cual compromiso inevitable, de quien sustituya en el cargo al presidente AMLO. En fin, lo que se pretende decir, es que, las actividades del fin de semana pasado en Morena, son algo más que la mera disputa coyuntural de alianzas políticas para el proceso comicial venidero. Es la expresión de una democracia genuina que un clásico definió como “el gobierno del pueblo mediante la discusión libre e informada de su situación”. Revolucionar conciencias, pues.