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Si no producimos, no vendemos, y entonces no comemos

Por Gustavo Puente Estrada

Febrero 16, 2021 03:00 a.m.

A

No importa cuan dura sea 

la adversidad, nunca te rindas.

Un amigo me comentó hace algunos meses que el, como padre de familia tenía que salir a la calle a trabajar, pues aún con el alto riesgo del contagio covid-19, debía llevar alimentos y medicinas a casa y en caso de quedarse bien guardado sin salir, el panorama sería también riesgoso pues no tendrían alimentos. A nivel nacional nos está sucediendo ambos escenarios, hay reglas para el sector productivo (industria, comercio, servicios diversos, minería, sector agropecuario, etc) donde se les obliga para evitar el contagio tener horarios y acciones limitadas es su desempeño laboral. Aunado a ello, no se otorga un apoyo al sector productivo (salvo un crédito de 25 mil pesos), originando que nuestra producción y productividad caigan, y esto se refleja en el desempleo, en la cancelación de proyectos nacionales y de capital extranjero en distintos sectores y el reflejo internacional de México en los inversionistas es de inseguridad a la inversión privada. 

Con datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, México ya no es el principal socio comercial de USA, China lo desbancó a partir del 2020. Este país asiático tuvo un comercio total de bienes por 560 MMDD y México cayó a 538 MMDD.  Canadá tiene un gran crecimiento en su mercadeo con USA y tuvo un comercio de 526 MMDD. Japón (la tercera economía mundial), acumuló 184 MMDD y Alemania 173 MMDD. El crecimiento de Canadá con el nuevo T-MEC ha sido muy importante, de tal manera que pronto será el segundo socio comercial de USA. Del total de importaciones realizadas por Estados Unidos, el 18.6% provino de China, el 13.9% de México y el 11.6% lo aportó Canadá. En el 2019, México participó con el 14.3% del total de las importaciones estadounidenses. La importancia de exportar es porque se generan más empleos y se adquiere y desarrolla tecnología de punta para ser competitivos en el mercado internacional. Se genera aprendizaje, innovación y crecimiento económico. Al mismo tiempo, no dependemos del mercado doméstico (local) para el sostenimiento del empleo.

Durante la década de los años 80, México solo participaba con un 5% de las compras de USA al extranjero. A partir del TLC en 1994, estas cifras crecieron rápidamente a un 7.5% y en el año 2000 se logró participar en el 11% de sus adquisiciones. En el año 2019 se logró el 14.3% y en el 2020, esta venta cayó al 13.8% de sus compras totales. Aunado a esto, surge otro problema, que de aprobarse en México la eliminación de la contratación laboral por medio del sistema outsourcing, muchas empresas tendrán que despedir personal y con ello, bajará la producción, con la respuesta que si no fabricamos bienes y no creamos servicios; no tendremos algo que vender al consumidor nacional y al extranjero. Esa cancelación costaría 2 millones de empleos formales (2 millones de familias). Donde exista abuso hay que sancionarlo, mas no cancelar esta modalidad de contratación. Hay que tener presente que el 40% de los hogares en México reportan una disminución de sus ingresos(grave). En caso de cancelar o vetar el outsourcing, México quedaría en desventaja con países como Argentina, Canadá, Estados Unidos, Chile, Colombia y otros más que sí tienen esquemas laborales flexibles. No producimos, no vendemos, no empleamos y no comemos. Así es este escenario.  

P.D. Le dije a Dios; protégeme de mis enemigos 

y comencé a perder amigos.

Consuma lo hecho en México 

y estará dando trabajo a los mexicanos. 

¡México es primero! Febrero 2021