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Sicariato S.A.

Por Francisco Salazar Soni

Noviembre 19, 2020 03:00 a.m.

A

“La mujer que pagó 45 mil 

euros a unos sicarios para que matasen a su marido invidente”.

 Nota: El País Diario de España.

No tenía forma de saber dónde se hallaba el sujeto que había violado y medio matado a su hija, para arrojarla después a un vertedero de aguas negras. Se sentía impotente y frustrado después del calvario que sorteo tras la denuncia ante las autoridades del hecho y la consiguiente frase: -¡Pues estamos trabajando en localizar y detener al agresor de su hija, pero tenemos muchos casos pendientes!- 

Un conocido suyo le dijo, -Que sabía de unos jóvenes que se dedican a localizar gente y desparecerla, por una corta lana por supuesto.-Ante la sacadera de dinero, un día sí y otro también por parte de los policías investigadores, pensó. 

-Mejor busco a los tipos que me dicen y que se encarguen de una vez por todas del asunto.-

Al cabo de un mes leyó en la nota roja del periódico, “Encuentran a joven que fue levantado la semana pasada en la colonia Las Flores, con evidentes huellas de tortura y un disparo en la cabeza, se dice que era el ex novio de la jovencita que hace tres meses fue brutalmente violada y arrojada al canal de aguas negras”. Simplemente sonrió y cerró el periódico.

¿Qué tan caro sale matar a alguien? sale barato el “tiro”, dicen por ahí. El Sicario se ha convertido en su autoempleador, una forma de subsistir, darle “piso” a alguien es una violenta manera de comer y vestir a la mexicana. ¿Es necesaria una escuela, donde se aprende, quien te enseña, como se hace, da miedo, genera culpa, se puede dormir? No, para nada, son jóvenes que no tienen nada que perder, solo su vida (si es que se puede llamar existencia), porque la libertad no la conocen, sus escasos años de vida los han encerrado en criterios, razones, valores y voluntades efímeras.

Todo un ejército de “jovencitos soldaditos”, bastante desechables, con culpas y anhelos simples y fáciles de cumplir: medio comer, medio vestir, drogarse, sexo, música y párale. Si le añadimos que sus empleadores son gente del crimen organizado o de pandillas de distribución al narcomenudeo y cobro de piso, esos ejércitos de jovencitos soldaditos, se convierten ya en un actor de primer orden en el escenario delincuencial de México.

Su perfilación, estudio y análisis merecería un alto en el camino, para dejar de verlos como “escuincles caguengues”, jugando al matón, no, son sicarios urbanos y suburbanos peligros que levantan, torturan y descuartizan seres humanos.

Para ampliar el tema un artículo interesante file:///C:/Users/Citlalli/Downloads/Perfil-del-Sicario.pdf el “Perfil del Sicario en México”, que dividen en cinco tipos al sicario: el marginal, antisocial, psicopático y sádico. Otro artículo impactante de la revista Nexos del 2009 de Charles Bowden, sobre “Confesiones de un sicario en Ciudad Juárez”. 

https://www.nexos.com.mx/?p=13253

TAPANCO: El sentido urgente de pertenencia y reconocimiento está inmerso en el psique mexicano, no nos concebimos ni fuera de hasta de un grupo de “whatsapp” o de un “like”, imaginen las hordas de jovencitos sin educación, pobres y con hambre, sin que nadie les tire un lazo. Bueno, no todos…“Bienvenidos Kevin y Bryan al grupo, nosotros si los juntamos. Atte. La Maña”. 

Francisco.soni@uaslp.mx

Twitter: @franciscosoni