Sistema de video-vigilancia

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“Eterna vigilancia es el precio de la libertad”.

 Thomas Jefferson.

Estuvo parado en la Avenida principal y mirando ahí por casi dos horas y media, lapso en el cual utilizó su celular más de una treintena de veces. Posteriormente cruzó la avenida y se introdujo en una calle casi solitaria en el preciso momento que salía de su casa una jovencita con uniforme escolar, misma a la que derribo de un golpe, justo cuando llegaba frenando y con rechinido de llantas una camioneta tipo Van con puerta lateral, en donde metió con suma facilidad a la chica. El sujeto corpulento continúo su camino por la calle arbolada como si nada. Nadie vio nada.

Parece cómo cualquier escena violenta de desaparición cotidiana que se vive todos los días, dirá Usted, pero lo sabe porque se lo cuento, y lo sé, porque lo vi mucho tiempo después en un video. Y es que a menos de 20 metros de la avenida principal había una cámara de video instalada por el Municipio que nadie estaba monitoreando. Sí no, todo fueran meras especulaciones sobre la desaparición de esa chica. 

La instalación de “cámaras de video” ha sido una fascinación de políticos desde hace muchos años, más que colocar luminarias, por ejemplo. Aparte de ser buen negocio, poca transparencia de adjudicación, corrupción, lineamientos poco claros de funcionamiento y duración, así como de reparación y sustitución de las mismas, caducidad, deterioro, etc.

En otros países en vez de nombrarlas “cámaras de vigilancia”, las entienden como “Sistemas Tecnológicos de Video Vigilancia” STVV, en dos vías: Inhibir y Procurar Justicia, con cámaras de video focalizadas estratégicamente en una mancha urbana y/o autopistas, que interconectadas entre sí, logran apoyar la operatividad y el despliegue policial, así como la atención de emergencias.      

Ejemplo: Si hay un robo con violencia en una tienda de conveniencia, las cámaras de “video-vigilancia”, captan la imagen del ladrón. Por su andar, ropa, género, color de cabello y ciertas características físicas (cojea, flaco, gordo, corpulento, alto, bajo, etc.), el sistema genera un “perfil” junto con su operador, que es un policía, no un ingeniero en informática, de sistemas de telecomunicaciones, en sistemas computacionales, en tecnologías de la información, etc., no, es un policía especializado en monitoreo de sistemas de vigilancia y es egresado de una Academia de policía, y algo importante, ya ha realizado servicios de seguridad y vigilancia en patrullas y pie a tierra en la ciudad. Con el “perfil” se hace -búsqueda por apariencia-, el sistema y ese policía detectan en “zonas calientes” de robos con violencia a tiendas con el perfil del ladrón o su presencia y le dan seguimiento.  

TAPANCO: Se estipula que mínimamente las cámaras ya instaladas deberían: Dar seguimiento a vehículos en vialidades, vigilar cruceros, entradas y salidas a las ciudades, concentraciones públicas comerciales y recreativas, de sitios de potencialidad delictiva, de entradas y salidas de zonas delictivas, instituciones de educación de nivel medio y superior, zonas de concurrencia turística y límites entre municipios, la población infantil en Instituciones educativas básicas, asistencia en eventos probables de protección civil, soporte a la administración municipal, la integración de sistemas privados de video vigilancia externa, protección de actividad económica productiva, cuidar el patrimonio público y una respuesta pública efectiva. 

Se presume que las “cámaras de vigilancia” no se enferman, ni son corruptas, con capacidad de operación 24X365, lo que ha maravillado a políticos como alternativa costo-beneficio. La instalación de cámaras de seguridad es una mejor inversión que el personal de seguridad en términos de eficiencia, han llegado a sentenciar. ¿Será?   

Francisco.soni@uaslp.mx 

twitter: @franciscosoni