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Tirantes e interrogantes

Por Óscar G. Chávez

Mayo 06, 2023 03:00 a.m.

A

Mientras en la  mayoría de las ciudades una dinámica propuesta y aceptada es el retiro de cables aéreos que afean la percepción de la estética urbana por ser elementos que contaminan visualmente y que en ocasiones se convierten en un peligro latente, para el gobernador de San Luis Potosí el progreso y la llegada de la modernidad los representa una serie de puentes distribuidos en varios puntos de la ciudad capital que, en otro de sus alardes de esteta, decidió que fueran adornados con cables, como remedo caricaturizado del Golden Gate o del puente atirantado de Jerusalén. Vaya novedad. 

La finalidad de los puentes atirantados, gracias a la propia estructura del grueso y abundante cableado (convertido en tirantes), es que dada la ausencia de  diversos puntos de apoyo o soportes a lo largo del propio puente, sean precisamente éstos los que a partir de uno o dos mástiles o torres soporten el peso de la estructura. En el caso del puente ubicado en el cruce de  Anillo Periférico (ahora llamado pomposamente Circuito Potosí) sobre avenida Juárez, dados los brazos que lo soportan, el cableado no tenía ninguna razón de ser, ni la tendrá en los otros que faltan, como no sea contribuir a los ingresos de quienes roban metal y lo venden como chatarra. 

Más allá de las aficiones decorativas de Ricardo Gallardo nada justifica los $18.9 millones de pesos invertidos en la estructura metálica (porque el soporte estructural del puente existente no se modificó) y la iluminación burdelera (que ya algún opositor disfrazado des delincuente se robó); tampoco es un alarde de diseño, pues lo único que se hizo fue repetir los gigantescos matamoscas colocados a la entrada de los parques Tangamanga, y de los accesos a Ciudad Valles y Soledad, que al parecer se convertirán “al menos por cien años” en el elemento distintivo de esta administración. 

El fuerte del gobernador no es el conocimiento, ni el razonamiento, mucho menos el buen gusto, lo sabemos; lo suyo es solamente la imposición de caprichos pensuleros, de tal suerte que el puente atirantado es un reflejo de las estrategias  administrativas de su gobierno y del propio gabinete estatal, más allá del aparatoso discurso en el que sus acciones –a diferencia de los yerros de la maldita herencia– “ya se notan”, no sirven para otra cosa que justificar múltiples y costosos cargos al erario. Tirantes que soportan las ocurrencias del gobernador pero estructuralmente carecen de utilidad. 

Por ejemplo, las diversas facciones en que se distribuyen los colaboradores del gobernador se han comenzado a enfrentar; la ambición es mala consejera y los patrocinadores abundan cuando hay un interés personal.  Mientras los distanciamientos comienzan, también las puertas federales se cierran; saben que lo que hoy es verde, pronto olerá a podrido.

En la tesorería no se ocupan de lo que no sea la concentración de los recursos; su titular sólo atiende al gobernador, hace tiempo que se distanció del secretario de finanzas, quien a su vez está enfrentado tanto con Ricardo Gallardo, padre, como con Guadalupe Torres. En la Oficialía mayor, donde la violación a los derechos laborales es una constante, las cosas no son muy distintas; Noé Lara sólo se ocupa de dar cumplimento a todo lo que la directora de Recursos Humanos decide y ejecuta en obsequio a las órdenes de Serrano Cortés. Por otro lado, el nuevo titular de Colegio de Bachilleres sólo atiende las órdenes de Gallardo Juárez, quien por igual ordena al contralor y al consejero jurídico, orquestadores de las ejecuciones del régimen.

A la confrontación y desorganización se suma la falta de transparencia. Mientras, la secretaría de Finanzas retiene el dinero de los trabajadores cada quincena, sin dar cuenta a  Pensiones ni al Sistema de Administración Tributaria, quien por cierto ya comenzó un proceso de ejecución contra Colegio de Bachilleres, ¿cuántas dependencias siguen?, ¿alguien –aunque sea algún legislador de oposición– se ha preguntado si el producto de estas retenciones acabó en las bolsas de los artistas que gratuitamente (y no por los más de 100 millones de pesos que les fueron pagados) estuvieron en el Teatro del pueblo, durante la Fenapo 2022.

Sobre el Presupuesto de egresos 2023 también es conveniente cuestionar: ¿a cuantas dependencias avisó la secretaría de Finanzas que tendrían un recorte promedio del 20% sobre lo establecido en el paquete que autorizó el Congreso del Estado? Por otro lado, ¿qué ocurrió  con las denuncias sobre corrupción en los Servicios de Salud?,  ¿hay algún servidor público sancionado, inhabilitado u obligado a pagar alguna multa?, ¿se tiene ya recuperado algo de las compras fantasmas y las compras simuladas que detectó la Auditoría Superior del Estado durante la gestión de Rocío Cervantes?