Un asunto de todas y todos

Uno de los argumentos más robustos en favor del sistema democrático tiene que ver con que las decisiones que se toman bajo fórmulas democráticas pueden ser más justas y legítimas en la medida en la que exista una mayor cantidad de personas que participen de manera libre y sobre todo informada. 

En otro momento se ha hablado sobre la importancia de que en las elecciones existan altos niveles de participación, es decir, que suele pesarse el éxito de una elección en la medida en la que se presenta a votar un alto porcentaje de personas inscritas en el padrón electoral. He sostenido anteriormente que una mera dimensión cuantitativa sobre la cantidad de personas que participan en una elección no parece ser un parámetro suficiente para poder evaluar la calidad o la legitimidad de una elección. Soy más de la idea de que deberíamos de partir de un criterio mixto donde importa tanto la cantidad de personas que salen a votar -el criterio cuantitativo- pero, sobre todo, un criterio cualitativo que se relaciona con la comprensión y el involucramiento que la población tiene sobre aquellos aspectos que se deciden. 

Es por ello que de unos años para acá se ha buscado una participación informada por parte de la ciudadanía. En estos momentos, por ejemplo, tanto el Instituto Nacional Electoral como los Organismos Públicos Locales Electorales se encuentran confeccionando el diseño de los programas de educación cívica y de fomento a la participación ciudadana para el siguiente proceso electoral. No se trata únicamente de que la gente salga a votar, sino que sobre todo entienda y comprenda lo que se está votando y también pueda extender su nivel de involucramiento con las autoridades electas en términos de vigilancia y exigencia. 

No es un caso distinto al ejercicio de participación ciudadana que tendremos en el municipio de la capital de San Luis Potosí dentro de unas semanas. El ejercicio de plebiscito es un mecanismo de democracia directa. Es una consulta en donde se convoca a toda la ciudadanía para que manifiesten su opinión a favor o en contra con respecto a una pregunta que se pone a su consideración. En el caso concreto del plebiscito, que constituye un requisito establecido por la ley para el proceso de municipalización de Villa de Pozos, no es la excepción. 

Soy de la idea de que un ejercicio de participación como este será exitoso en la medida en la que, en primer lugar, se convoca y participa a una gran cantidad de personas, pero también que desde semanas antes de que se realice la jornada de plebiscito, exista una amplia discusión sobre aquello que se va a someter a consideración de la ciudadanía. Es decir, si de lo que se trata es de recoger la opinión de la ciudadanía con respecto a la municipalización de una demarcación de Villa de Pozos, lo correcto será también propiciar un debate amplio e informado que permita que la población que habita en la capital de San Luis Potosí comprenda que el tema de la municipalización de Villa de Pozos es un tema público de su incumbencia, y que entienda cuáles pueden ser las distintas implicaciones de una decisión como esta. 

El debate público abierto e informado tiene que partir de la presentación de razones y de argumentos, y de toda la información que permita que las personas se puedan vincular con esta decisión. Participar es importante no por el mero hecho de hacerlo, sino porque constituye un espacio en el que las personas privilegian la lógica de la vida en comunidad.

De esta manera, el Plebiscito no solo arrojaría resultados aritméticos que serán remitidos al Congreso del Estado. El Plebiscito, como un ejercicio de participación directa, requiere que la ciudadanía pueda estar informada de manera previa sobre qué es lo que se va a consultar y cuáles pueden ser las implicaciones de una decisión de este tipo. La autoridad electoral local abrirá un conjunto de foros o espacios de discusión pública para poder acercar a la ciudadanía de distintos elementos que alimenten la toma de decisiones. No hay que olvidar, insisto, que los resultados de la democracia se perfeccionan en la que existe mayor participación y una mejor comprensión de lo que se decide. El plebiscito es un asunto de todas, es un asunto de todos.

Twitter. @marcoivanvargas