El Pasaje Alhóndiga sufre gran deterioro
Aunque el gobierno del estado practicó una reingeniería vial y urbana en la calle Hidalgo hace casi 30 años, la modernización no alcanzó el Pasaje Alhóndiga, que hoy es una muy deteriorada huella del tiempo, en la que poco a poco se pierden los mosaicos color amarillo y verde que caracterizaron a la principal vía comercial por décadas. El alumbrado público no sirve, y gran parte de los locales comerciales están cerrados.
Es un callejón semiabandonado, en el que algunos usos hasta ahora son fondas y un local que por algunos años utilizó Transportes Urbanos y Suburbanos Tangamanga para el checador de tiempos y frecuencias de paso de las rutas Centry-K.
Aunque el edificio de los portales data del siglo XVIII, a lo largo de su historia ha recibido muy poco mantenimiento, y se aprecia el salitre en las columnas que soportan los arcos.
En el pasaje de los negocios de alimentos y comida rápida, una zapatería, una taquería y negocios de venta de valores, se aprecia el desnivel por algunas subsidencias en el suelo, que ya afectaron el viejo piso de mosaico naranja y verde.
En el caso del pasaje, poco a poco el paisaje urbano se fue quedando atrás, se le dejó de dar mantenimiento al alumbrado público, se aprecian las frecuentes intervenciones para sustituir drenaje o tuberías de agua, y los locales comerciales van envejeciendo.
La mayoría de los locales permanecen cerrados, y solo un negocio de pollería de la calle Hidalgo mantiene por detrás la ventanilla para recibir a los trabajadores de empresas de redes de transporte, que mueven alimentos preparados a través de plataformas.
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