En SL, 90% de las víctimas de trata son mujeres y niñas

Ong da a conoce el modus operandi de “enganchadores” para con sus víctimas

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En SL, 90% de las víctimas de trata son mujeres y niñas

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Mientras las personas indígenas en San Luis Potosí son “enganchadas” con fines de trata, a través de ofertas en la radio, la población hispanoparlante es reclutada de voz en voz, sobre todo por personas cercanas o conocidas, según un informe especial de Educación y Ciudadanía A.C. (Educiac).

El documento sobre la trata de personas que abarca además de la entidad potosina, a Zacatecas y Tamaulipas, expuso que en San Luis Potosí el 90 por ciento de las víctimas de trata, son mujeres y niñas.

Huehuetlán, Tancanhuitz de Santos, Matlapa, Xilitla, Aquismón, Tanlajás, Tamazunchale, Tanquián de Escobedo, Tamasopo, Axtla de Terrazas, San Luis Potosí, Lagunillas, Santa Clara, Villa de Arista y Matehuala, son los municipios detectados como zonas de enganchamiento.

Citó que según un reporte de Hispanics in Philantropy en 2019, las víctimas enganchadas en territorio potosino son trasladadas a Monterrey y San Nicolás de los Garza en Nuevo León; Texas, California, Georgia, Louisiana en Estados Unidos; Concá y Jalpan en Querétaro; Matamoros y Ciudad Mante en Tamaulipas.

A su vez, las personas provienen de Tlapa de Comonfort, Guerrero; Chenalhó y San Juan Chamula en Chiapas; Oaxaca; Saltillo, Coahuila; Hidalgo, Guanajuato, Veracruz, Puebla; Guachochil, Chihuahua; Honduras, Guatemala y El Salvador.

De acuerdo con la organización no gubernamental (ONG), en la mayoría de los casos documentados, no existe un convenio laboral escrito, sino sólo verbal entre la víctima y el enganchador. 

Expuso que el reclutamiento va acompañado de una contraprestación económica anticipada, denominada “adelanto” o “enganche”, cuyo recurso es otorgado por los reclutadores, a fin de generar una incentivación o compromiso.  

Describió que las víctimas aceptan el trato porque les permite acceder a un ingreso inmediato para dejar a sus familias o satisfacer necesidades de urgencia; y para retenerlas, dado que se crea un compromiso de pago o deuda que el “empleador” puede hacer efectivo en el momento que les resulte más oportuno.

Si bien el mayor porcentaje de “enganchadores” son varones, advirtió que dicha práctica también la cometen mujeres. Contrastó que los anticipos para los hombres son de 721 pesos en promedio y para las mujeres son de 529 pesos.

Retención de salarios, condicionar el acceso a la vivienda, salud o educación de los hijos e hijas; deudas generadas por los costos de reclutamiento, viaje y vida; restricción de la movilidad de las personas; amenazas de despido, son algunas de las prácticas identificadas para retener la mano de obra.