Estudiantina del 64 aún le canta al amor

Luego de más de 50 años de trayectoria que empezó en UASLP, grupo de septuagenarios comparten experiencias y preparan su tercer disco

Estudiantina del 64 aún le canta al amor

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Guitarras, mandolinas, acordeones, un pandero, clave y tricornio son los instrumentos que se escuchan a lo lejos. “Y dice uno, dos y tres… Disculpe usted, que venga a molestarla, disculpe usted le ruego no se vaya, permítame decirle por favor que usted me encanta”… (“Disculpe usted”, de Mario Pintor). 

Corría el año de 1964 cuando 32 jóvenes entusiastas y talentosos conformaron la Estudiantina Universitaria, fue un 16 de julio cuando por primera vez se presentaron en la Caja de Agua. Felipe Sánchez, fundador de este grupo de ahora 77 años de edad, lo recuerda como si fuera ayer, la manera circunstancial con la que comenzó toda esta magia encerrada en una capa: “todo se dio con un congreso estudiantil en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, en el cierre del evento, se presentó la estudiantina de Guanajuato, en ese entonces Jesús Antonio Frías, maestro de la Facultad de Estomatología y un servidor nos animamos a comenzar la aventura de crear una agrupación igual para la UASLP, aunque ni siquiera se tenía conocimiento de los instrumentos necesarios para conformarla, fuimos 32 quienes nos registramos y actualmente de ellos somos cuatro quienes aún estamos presentes en cada ensayo”.

Con más de 50 años de trayectoria dentro de este grupo, el solo gusto de cantar los ha mantenido unidos, acumulando grandes experiencias que sin duda los ha hecho crecer como agrupación y como personas. 

Han tenido la oportunidad de concursar en eventos nacionales e internacionales tales como el de Estudiantinas en la Ciudad de México, el 18 de agosto de 1968, teniendo como resultado el primer lugar; recuerdan con alegría que para el 2014 su presentación en España, les dejó una gran satisfacción, regresando a su estado con el tercer lugar.

El reloj marca las siete de la tarde, Yordi, integrante de la estudiantina, como cada lunes los recibe en su hogar, son 18 personas quienes puntualmente acuden con instrumento en mano, arriban a casa para hacer de ese ensayo un momento único y festivo que entre risas, pláticas y una botella de vino, degustan de la música y la buena compañía que los hace remembrar sus mejores años. 

Francisco Martínez, José Martínez, Jorge Hernández, Jorge Sánchez, Edgardo Martínez, José Luis, Encarnación Segura, José Vázquez, de entre 70 y 80 años de edad, con sonrisas en sus rostros y haciendo chistes entre ellos, mencionan que cada vez que se encuentran arriba de un escenario son los mismos nervios o el pánico que les provoca tal recinto. El gozar de cada canción y poder trasmitir sensaciones al público los sigue manteniendo en esta agrupación. 

Ángel Meléndez dirige acústicamente a la agrupación, pues sus años dentro de la música han hecho que tenga experiencia en ello, en este año esperan grabar su tercer disco, en el que cada uno escogió una canción de su agrado, por lo que en cada reunión se cooperan para ir reuniendo el dinero que costeará tal objetivo, ya que no cuentan con ningún apoyo externo. 

Para todos ellos la familia es un pilar grande, pues es la fortaleza que les permite seguir con el entusiasmo dentro de la Estudiantina Universitaria, son ellos parte de su público en cada presentación, el recibir su apoyo los hace más fuertes y con más ganas de seguir cantándole al amor. 

Su capa negra llena de listones de colores les recuerda el camino que han recorrido, las serenatas que han llevado y el agradecimiento recibido por cada musa. 

Confiesan que ha sido difícil continuar después de las grandes pérdidas de algunos compañeros, pues nunca dejan de hacer falta en cada ensayo, les recuerdan con nostalgia, pero con una sonrisa y fe en el Creador esperan que en el cielo se reúnan cada lunes y se unan al ensayo cantando como tanto les gustaba.

Son ellos la Estudiantina Universitaria quienes pulen, afinan, cantan y sienten la música, cada nota, que por más de 50 años los ha acompañado, motivo para alegrar los corazones, cantarle a todos los potosinos, y disfrutar de cada interpretación como si fuera la última, una agrupación compuesta por hombres trabajadores, amantes de la música, cantando al son del pandero.