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En uno de los días con mayores casos de COVID-19 en San Luis Potosí, y cuando se le ubica entre los estados con menor reducción de movilidad, el gobierno federal determinó que la entidad seguiría en color naranja en el semáforo vigente para la semana entrante, cuya calificación se redujo una décima y, por tanto, se alejó del nivel rojo.
Durante la presentación de dicho mecanismo por parte de la Secretaría de Salud, se reveló que de los cuatro factores que definen el color del semáforo en el estado, dos no tuvieron cambios, el de las tendencias de casos hospitalizados y de casos de síndrome COVID-19, lo que indica que ambos siguieron al alza.
El porcentaje de positividad a casos del virus se redujo, de 45% que registró la semana pasada, a 39 por ciento en esta, por lo que cambió de color, de rojo a naranja.
El indicador de más peso, el de ocupación hospitalaria para casos de infecciones respiratorias agudas graves, sigue en niveles aceptables, por lo que continúa en verde, aunque se elevó del 21% al 24 por ciento.
La ponderación de indicadores arrojó una calificación de 2.4 puntos, una décima menos que la marca registrada la semana anterior. Con ello, el estado se mantuvo en color naranja, de riesgo epidémico alto.
El anuncio se dio horas después de que la Secretaría de Salud del gobierno estatal revelara que el jueves pasado se registraron 113 casos nuevos, la segunda marca más alta en lo que va de la pandemia, después de los días 19 y 21 de junio pasados, cuando se registraron 123 contagios.
Además, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología dio a conocer su más reciente reporte de movilidad ciudadana en el que establece que ésta se ha reducido sólo el 38.9%,, la quinta peor marca entre los estados.
El nuevo semáforo regirá a partir del próximo lunes hasta el domingo 5 de julio.
