Fieles abarrotaron el Santuario del Desierto

Miles de potosinos llenaron a reventar el Santuario del Desierto en ocasión de la celebración de la virgen de Guadalupe.

Junto al santuario hubo desde peticiones de cooperación, hasta estacionamientos de cuota, vendedores de aguas frescas, refrescos y camiones urbanos a precio especial, todo fue aprovechado. 

A pesar de lo numeroso de los comerciantes y visitantes, se apreciaba en los pasillos y calles de tierra, una relativa limpieza y orden de los visitantes.

Operadores de la línea Soledad programaron viajes hasta el santuario, a un costo de 20 pesos por pasajero. Eso sí, las rutas se movieron con rapidez para llevar a los feligreses de ida y regreso al templo enclavado en la zona semidesértica.

Entre los pobladores del mismo lugar, aún de boca en boca se habla de la muerte de más de 15 perros, dos gatos y un zorro, hallados en el camino al Santuario del Desierto, hallados el 2 de diciembre pasado, y probablemente envenenados.

En medio de la celebración a la guadalupana, algunos a pie, en motocicleta, automóvil, camioneta o camión, llegaron como pudieron hasta el altar, en un protocolo para venerar la imagen, y retirarse por una puerta lateral.

Algunos visitantes escogieron andar hasta el cerro, para descansar y contemplar desde las alturas el desarrollo de la celebración.

Otros, recorrieron el enorme tianguis improvisado, en los caminos polvorientos, para comprar botanas, pollo frito, gorditas, enchiladas, sopes, flautas, quesadillas, tortas, tacos, gelatinas, aguas frescas, rebanadas de pastel o flan, frutas, algodones de azúcar, refrescos, dulces, o algunos accesorios tales como medallas, pulseras, imágenes de la guadalupana, collares, bolsitas y hasta cachuchas y