Grafiti, desatado e impune en el Centro Histórico

Vigilancia no es suficiente contra el problema; aparecen nuevas pintas

Grafiti, desatado e impune en el Centro Histórico

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Aparecen nuevas pintas de grafiti en el Centro Histórico, que ni las corporaciones policiales ni los vecinos u ocupantes de locales han podido frenar.

Uno de los grafitis se ubica en la calle Morelos, donde apareció un edificio totalmente dañado.

Por otra parte, en la calle Agustín de Iturbide, entre Escobedo y Morelos, en los muros, se ve que han limpiado una y otra vez la cantera en los locales comerciales, y nuevamente llegan malvivientes a colocar pintas por la nula vigilancia, apenas a unas cuadras del Palacio Municipal y del Palacio Gobierno.

En la calle recién reparada de Guerrero, nadie ha podido reparar el grafiti colocado por vagos, incluso han llegado a pintar los vidrios del restaurante Tokio en el cruce de las calles Zaragoza y Guerrero, y les ha costado mucho.

También han sufrido las cortinas de acero, donde es más difícil quitar la pintura aerosol que utilizan los vagos para colocar sus mensajes o frases ininteligibles.

La zona centro de la ciudad, la que se supone es de las más vigiladas, cuenta con policías en la Plaza de Armas, pero no aparecen cuando se les solicita su presencia, o no ven a los malvivientes que hacen grafiti, y así ha sucedido con el grado de impunidad con el que actúan cuando pintan las calles, locales comerciales y edificios históricos.