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Altas concentraciones de fármacos antidepresivos como la carbamazepina, antiinflamatorios como el ibuprofeno y analgésicos como el diclofenaco, contaminan el agua y no se les elimina en potabilizadoras porque las plantas carecen de los sistemas para este tipo de materiales, advirtió el investigador universitario Raúl Ocampo Pérez.
Ganador del Premio Universitario de Investigación Socio Humanística, Científica y Tecnológica en el área de investigador joven categoría tecnológica, Ocampo Pérez es docente en la Facultad de Ciencias Químicas de la UASLP y trabaja con un grupo de investigadores en el desarrollo de tecnología y métodos alternos que permitan limpiar el agua, pues cada vez hay más líquido contaminado y presenta mayores concentraciones de fármacos.
Los investigadores locales se han dado a la tarea de colaborar con colegas de Montreal Canadá, quienes han analizado algunas muestras del agua contaminada y han detectado entre otras sustancias altas concentraciones de fármacos antidepresivos como la carbamazepina, medicamento que sirve para inhibir el insomnio y para controlar la epilepsia; el ibuprofeno, el diclofenaco, entre otros fármacos que están presentes contaminando el agua.
El especialista aseguró que en la UASLP desarrollan materiales nanoestructurados basados en carbono, para realizar la limpieza del agua. Este trabajo se realiza a nivel laboratorio, pues no se puede llevar la investigación a gran escala porque los procesos de saneamiento del agua aún no exigen una purificación a este nivel. Consideró que se reglamente que este tipo de procesos se implementen para cualquier agua que deba ser bebida por las personas.
Raúl Ocampo apuntó que es fundamental que las plantas tratadoras de agua no solamente tengan un proceso de cloración, si no que pasen por un proceso de filtración de carbón activado para que esta quede totalmente libre de contaminantes emergentes.