Juguetes y arte de papel (VIDEO)

Una familia rioverdense enseña su técnica de cartonería más allá de las fronteras mexicanas, un arte popular que les ha permitido ganar premios nacionales y colocarse entre las favoritas para diseñar piñatas, catrinas, luchadores, gorros y otros artículos para fiestas y regalos a base de papel.
Vianey y Nohemí Escalón, explican que la creación de figuras con papel la conservan desde sus bisabuelos, quienes la transmitieron a sus abuelos y a sus padres. No se limitaron a las elaboraciones tradicionales de juguetes, muñecas y piñatas; experimentaron nuevas formas y aplicaciones
Originarias de la capital potosina, en donde su abuela paterna mantiene una de las principales tiendas de piñatas en el mercado República, Vianey y Nohemí llegaron al municipio de Rioverde en el año 2005. En Rioverde estudiaron contaduría y mercadotécnica.
“Con nuestros padres, nos aventuramos a explorar otras cosas con la técnica de moldear papel, y fue ahí donde aprendimos a hacer muñecos de papel, catrinas, diablos, luchadores y otras piezas que tienen una gran respuesta en el mercado”, explica Vianey.
Su empresa familiar, conocida como “Libre de Papel” recicla periódico, libretas y libros, con lo que moldean sus obras que han trascendido en festivales como el de La Cantera, el de Catrinas en la Ciudad de México y el de la Catrina en la ciudad de Guadalajara.
Esto les ha abierto importantes puertas en Laredo, Texas, a donde han acudido a dar capacitación y hablar de sus obras, o en El Salvador, a donde acudirán próximamente a dar una capacitación, pues fueron contactados por la embajada de México en el Salvador para formularles la invitación.
En los festivales donde participan, además de poner a la venta sus productos, realizan piezas de metro y medio con el fin de que las personas se tomen fotografías con ellas, que puedan manipular las piezas, tocarlas y recrear los momentos que hayan vivido juguetes artesanos en su infancia.
“Y si son niños mejor, porque ellos disfrutan mucho de nuestros juguetes, los entienden y los aprecian por la imaginación que poseen”, dice Nohemí.
La familia Escalón vive de sus obras. Vianey y Nohemí explican que no hay trabajo más bonito, porque le invierten mucho tiempo y esfuerzo, pero los costos del material son bajos, entonces sus ganancias les permiten sobrevivir haciendo lo que les gusta y les apasiona.
En esta familia cada quien se ha especializado en crear sus propios diseños. “Lo interesante, es que cada quién le dé su toque personal y disfrute en hacerlos; por ejemplo, a mí, me gusta hacer las catrinas, y las he realizado hasta de 3 metros, cuando las veo terminadas siento una gran satisfacción y emoción”, dijo Nohemí.
no te pierdas estas noticias






