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Mientras que este sábado hubo en el acceso al paseo de la presa San José varios policías evitando que la población ingresara en busca de esparcimiento, en contraste, varias decenas de personas pudieron ingresar libremente a la presa de la Cañada del Lobo, donde no hubo autoridad que impidiera el ingreso a pesar de los riesgos de contagio.
Al parecer, las autoridades encargadas de disuadir a la población de que se concentre en sitios públicos no se dan abasto o falta coordinación entre corporaciones.
Ayer, Sábado de Gloria, era necesario poner especial atención a lugares donde existen cuerpos de agua, pues era día en que las familias católicas tradicionalistas buscarían la forma de “bañarse” para recordar el rito popular de limpieza y purificación del espíritu y, con él, también el cuerpo.
En el acceso principal del camino a la presa de San José, dos patrullas y sus respectivos tripulantes acordonaron la entrada con cintas amarillas.
En cambio, a la entrada a la presa de la Cañada del Lobo no hubo restricción y no pocas personas ingresaron con todo y vehículos. Uno de ellos, una camioneta, se atascó por el lodo existente cerca del cuerpo de agua.
Al parecer, ya por la tarde, sí hubo esfuerzos de desalojo de las personas y familias que ingresaron al área de la presa mencionada en segunda instancia.
