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Si bien factores como las insidias del relativismo, la marginación y la irrelevancia social afectan los institutos de vida consagrada, es importante trabajar en la evangelización de los jóvenes “para que se abran a la llamada del Señor”, valoró Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí.
Dijo que es un “gran desafío” para el clero estar al lado de la juventud para contagiarla con la alegría del evangelio y la pertenencia a Cristo y sus ideales.
Para Cabrero Romero, además de las causas anteriores para que haya menos aspirantes a la vida sacerdotal o como religiosas, existen la disminución de vocaciones y el envejecimiento de los miembros de la iglesia.
A través de su pronunciamiento “La vida consagrada ‘tiene sentido”, publicado en el semanario parroquial “La Red”, consideró que la vida religiosa es una oportunidad de entusiasmo, pasión y conciencia.
Pidió que quienes logran consagrarse, tanto hombres como mujeres, se conviertan en integrantes audaces, que abran nuevos caminos y planteamientos de la cuestión vocacional, a fin de atraer a futuros prospectos.
Anunció que debido a la situación precaria de algunos curas y monjas, incluso de salud, el 25 de agosto próximo, solemnidad de San Luis Rey de Francia, se realizará una colecta a favor de las necesidades de algunos hermanos y hermanas.
“El Santo Padre ha insistido en la necesidad de salir y buscar nuevas presencias para ser fieles al evangelio y cauces del amor de Dios, y para ello, y nos hace la invitación a que la vida de oración, el encuentro personal con Jesucristo, el discernimiento comentario y el diálogo con el obispo han de ser prioritarios a la hora de tomar decisiones”, concluyó.
