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No hay regulación de las autoridades en materia ambiental para los criaderos de fauna exótica que venden especies como mascotas domésticas, pues no se da seguimiento siquiera de dónde estarán habitando los mismos, valoró Socorro Sierra Rivera, directora del Centro de Auxilio de Especies “Los Tecolotes”.
Tener un animal de compañía no convencional o tradicional es cada vez más común, pero hay animales peligrosos en una vivienda promedio, apuntó Itzcóatl Maldonado Reséndiz, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.
El 14 de julio pasado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) recibió el reporte del avistamiento de dos cocodrilos pequeños en el bulevar río Santiago. Los reptiles eran mascotas de alguna persona porque tenían marca. Muy probablemente a que el propietario decidió abandonarlos, aprovechando la apertura de las compuertas de la presa San José.
La activista pro animal Socorro Sierra Rivera refirió que según el Artículo 64 de la Ley Estatal de Protección a los Animales, el Gobierno del Estado, por conducto de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos, coadyuvará con la Federación y los municipios en levantar y mantener actualizados el inventario de la población animal existente en la Entidad.
“No se tiene un procedimiento para verificar en dónde están esas mascotas o verificar las tiendas de mascotas. En las tiendas de mascotas aquí en San Luis no hay muchos animales que no son exóticos (…) Estos animales (cocodrilos) no pueden estar en una casa”, asentó.
La activista en pro de animales silvestres, lamentó que algunas personas adquieren animales exóticos como moda, y no bajo una perspectiva ambiental, ecológica y de protección de la fauna.
Juzgó que si bien las personas pueden adquirir estas especies, lo más recomendable es no tenerlos, debido a la peligrosidad que pueden representar para el dueño y quienes estén en contacto.
Tener un animal de compañía no convencional o tradicional es cada vez más común, pero hay animales peligrosos en una vivienda promedio, apuntó Itzcóatl Maldonado Reséndiz, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.
El 14 de julio pasado, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) recibió el reporte del avistamiento de dos cocodrilos pequeños en el bulevar río Santiago. Los reptiles eran mascotas de alguna persona porque tenían marca. Muy probablemente a que el propietario decidió abandonarlos, aprovechando la apertura de las compuertas de la presa San José.
La activista pro animal Socorro Sierra Rivera refirió que según el Artículo 64 de la Ley Estatal de Protección a los Animales, el Gobierno del Estado, por conducto de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos, coadyuvará con la Federación y los municipios en levantar y mantener actualizados el inventario de la población animal existente en la Entidad.
“No se tiene un procedimiento para verificar en dónde están esas mascotas o verificar las tiendas de mascotas. En las tiendas de mascotas aquí en San Luis no hay muchos animales que no son exóticos (…) Estos animales (cocodrilos) no pueden estar en una casa”, asentó.
La activista en pro de animales silvestres, lamentó que algunas personas adquieren animales exóticos como moda, y no bajo una perspectiva ambiental, ecológica y de protección de la fauna.
Juzgó que si bien las personas pueden adquirir estas especies, lo más recomendable es no tenerlos, debido a la peligrosidad que pueden representar para el dueño y quienes estén en contacto.