La Crucifixión del Señor

Cumplía su deseo de morir por la humanidad

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La Crucifixión del Señor

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Había esperado muchos años y en aquel día se cumplía su deseo de redimir a los hombres.

Lo que había sido un instrumento infame y deshonroso, se convertía en el árbol de la vida y escalera de la Gloria.

Una honda alegría le llenaba el extender los brazos sobre la Cruz, para que supieran los hombres que así tendría siempre los brazos para los pecadores que se acercan a Él: abiertos.

LITURGIA

Según una antiquísima tradición, la Iglesia no celebra los 

sacramentos en este día ni el siguiente.

El altar debe estar desnudo por completo: Sin Cruz, 

sin candelabros, sin manteles.

Ayuno y abstinencia se incluyen como precepto, en el cual los días de guardar son el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. 

ORNAMENTO SACERDOTAL

El ornamento sacerdotal, en esta solemnidad es rojo. La primera parte es la Liturgia de la Palabra y la Oración Universal. Se lee la Pasión del Señor según el Evangelio de San Juan.

ADORACIÓN DE LA CRUZ

La segunda parte es la adoración de la Cruz: El leño del Calvario no es sólo un suplicio, sino sobre todo la cruz exaltada.

MEDITACIÓN

El Vía Crucis es la devoción propagada sobre todo por los franciscanos a partir de los siglos XV y XVI, consiste en recorrer un itinerario de representaciones, llamadas estaciones, de las etapas del camino que va del palacio de Pilato al Calvario, deteniéndose a meditar y a rezar.