MAMÁS FELICES Y PLENAS

Mucho se habla de la perfección en la maternidad cuando realmente lo que nuestros hijos desean, es tener madres felices.

Por ello, antes que ocuparte de ser la madre que los demás esperan, plantéate qué tipo de madre quieres ser y pon manos a la obra. 

Para ello, hay algunos hábitos que puedes desarrollar, pues todos ellos distinguen a las madres felices. 

Esto te ayudará a sentirte plena en distintos ámbitos de tu vida. 

Seguramente hay más de los que te vamos a nombrar, pero precisamente ahí está lo interesante.

VALÓRATE

Hay que empezar por este primer hábito: saber qué tipo de madre quieres ser y cómo quieres llevar a cabo tus decisiones.

Porque si sientes que sigues los pasos o consejos de tu madre, suegra o abuela, estarás siendo la madre que ellas fueron, pero no la que tú realmente eres.

COMO MUJER

Siempre seremos mujeres con hijos o sin ellos, la cuestión es que no podemos descuidar nuestro lado más femenino, nuestro cuidado psicológico y por supuesto, nuestro mundo emocional que tan alterado se ve en los primeros meses de vida de nuestro hijo.

Valórate como mujer, haz lo que tengas que hacer para cuidarte, mimarte y sentirte querida por ti misma.

DEJA DE COMPETIR

No te compares con otras mujeres u otras madres. Eres perfecta tal y como eres, créetelo.

Si sientes que algo no te gusta, haz lo posible por cambiarlo, pero no te compares.

Solo intenta ser tú en cualquiera de tus facetas. Recuerda que compararse puede dañar la autoestima y no compararse hace que aumente el amor propio.

TIEMPO PARA LA SOLEDAD

Busca tiempo para la soledad.

Sí, has leído bien: necesitas tu tiempo para ti sola, para ir al salón de belleza, para darte un masaje, dar un paseo, irte de vacaciones unos días o leer un rato, ¡para lo que tú quieras!

No abandones tus buenas costumbres porque hayas 

sido madre. 

Las madres felices conocen sus necesidades y saben

 darle respuesta.

CONSERVA TUS AMISTADES

Céntrate en las amigas o amigos que realmente merecen la pena y dedícales tiempo. 

Seguro que te vendrá bien compartir risas, una noche de baile o una comida en casa. 

La cuestión es que las madres felices saben que hay vida detrás del cuidado de sus hijos.

CUIDA LA RELACIÓN 

DE PAREJA

Sabemos que el cansancio es agotador y que no se llega a todo, ¡pero cuidado! La pareja 

es fundamental. 

Dedica cada día unos momentos para hablar de cómo se siente, cómo le fue en el trabajo, qué emociones siente ahora que son padres, qué planes tiene, etc. 

Platicar antes de que le día termine les puede ayudar a que se sigan sintiendo compenetrados.

DA Y RECIBE AMOR

Da y recibe amor de 

manera saludable.

Este tema es complicado porque muchas veces incurrimos al chantaje emocional o la negociación para llegar 

a sentir amor.