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La etapa final de dos hombres que evitan sucumbir ante sus enfermedades y la senectud, es lo que mostraron los actores Manuel Ojeda e Ignacio López Tarso en la obra “Aeroplanos”, un texto escrito por Carlos Gorostiza y con la dirección de Salvador Garcini.
La comedia, forma parte de la Gira IMSS Cultural Teatros 2018.
“Francisco” (López Tarso) y “Cristóbal” (Manuel Ojeda), son los personajes protagonistas de esta extensa obra, que no se torna aburrida por la gran capacidad como actores de los protagonistas. Pero sobre todo, por ese carácter irónico y en ciertos momentos un poco soez de Ignacio López Tarso.
La obra, muestra a dos hombres ante una vida plena de recuerdos, en su juventud, ambos fueron aficionados al deporte. Una relación de amistad, donde hay mucha complicidad por la pareja de actores, es lo que ofrecieron al público Ignacio y Manuel durante la función; la obra muestra también una reflexión sobre lo perverso de las relaciones.
En conferencia de prensa previa a la función en el Teatro del IMSS en San Luis, Ignacio López Tarso mencionó que hace 55 años, él también fue contratado por esta institución para inaugurar los teatros del Instituto Mexicano del Seguro Social en 12 estados de la República, incluido el de esta capital.
De forma irónica, Ignacio López Tarso mencionó que casi ya no hay compañeros vivos de esa gira que realizó en el año de 1963, la cual tenía el objetivo que los empleados del IMSS tuvieran acceso a la cultura y el arte. El año pasado, también presentó esta misma obra en la capital, pero en mancuerna con Manuel “El Loco” Valdés.
“Aeroplanos” es un homenaje a la naturaleza de dos hombres, quienes no son cobardes al saber que están solos y en la recta final de su vida. Ignacio López Tarso, se desplaza con energía y muestra una gran capacidad como comediante a sus 94 años de vida sobre el escenario del Teatro del IMSS, todas las localidades fueron ocupadas.
Al final de la hilarante función de dos horas, el público ovacionó de pie a ese gran ídolo Ignacio López Tarso, quien estudió cuando iniciaba el proyecto de la Escuela Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes, teniendo como maestros a Salvador Novo y Xavier Villaurrutia.
