FALLECE EL “SOUL MAN”
LA VOZ MÁS AGUDA DEL DÚO DE LOS AÑOS 60 SAM & DAVE, CONOCIDO POR ÉXITOS QUE DEFINIERON UNA ÉPOCA
CORAL GABLES, Florida, EE.UU.- Sam Moore, la mitad sobreviviente y voz más aguda del dúo de los años 60 Sam & Dave, conocido por éxitos que definieron una época como “Soul Man” y “Hold On, I’m Comin’”, ha fallecido. Tenía 89 años.
El publicista Jeremy Westby dijo que Moore murió el viernes por la mañana en Coral Gables, Florida, por complicaciones mientras se recuperaba de una cirugía. Hasta el momento no se dispone de más detalles.
Moore, cuyos admiradores iban desde Al Green hasta Bruce Springsteen, fue incluido, junto a Dave Prater, en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1992.
En Stax Records, con sede en Memphis, Tennessee, Moore y Prater solo eran superados por Otis Redding como las mayores estrellas de la discográfica. Transformaron el “llamado y respuesta” de la música góspel en un frenético espectáculo escénico y grabaron algunos de los éxitos más perdurables de la música soul, entre los que también están “You Don’t Know Like I Know”, “When Something is Wrong With My Baby” y “I Thank You”.
La mayoría de sus éxitos fueron escritos y producidos por el equipo de Isaac Hayes y David Porter, y contaron con la banda de la casa de Stax, Booker T. & the MGs, cuyo guitarrista, Steve Cropper, recibió uno de los gritos más famosos de la música cuando Sam & Dave dijeron “Play it, Steve” a mitad de “Soul Man”.
También pasó años demandando a Prater después de que éste contratara a un sustituto y realizara giras como los Nuevos Sam & Dave. Prater murió en un accidente automovilístico en 1988 en Georgia.
Él y Prater actuaron en clubes de soul y R&B en los años 50, pero no se conocieron hasta 1961 en Miami. Moore ayudó a Prater con la letra de una canción y rápidamente se convirtieron en un dúo local popular. En 1965, después de firmar con Atlantic Records, el productor Jerry Wexler los envió a Stax, la subsidiaria de la discográfica en Memphis.
Se casó con, Joyce, en 1982, y ella lo ayudó a recibir tratamiento para su adicción que, de acuerdo con él, le salvó vida.
Moore siguió grabando y cantando. Fue un intérprete frecuente en los Kennedy Center Honors y cantó para Obama, entre otros presidentes.
A Moore le sobreviven su esposa, Joyce, su hija, Michell, y dos nietos.
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