Con aforos del 30% al 50% planean abrir sitios culturales

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Con aforos del 30% al 50% planean abrir sitios culturales

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La Secretaría de Cultura publicó la "Guía básica. Reapertura de espacios culturales. Retorno seguro, saludable y solidario", con medidas que serán aplicables a espacios abiertos, como zonas arqueológicas, festivales y conciertos, entre otros; espacios cerrados, como museos, cines, teatros, librerías y más recintos; y mixtos; así como para centros de trabajo, educación e investigación del sector. Además, esta nueva normalidad sólo podrá ser posible cuando el semáforo se encuentre en los colores amarillo y verde.
En las últimas semanas, la comunidad cultural ha discutido acerca de cómo debían ser las medidas que garanticen un retorno seguro y que al mismo tiempo permitan que las actividades sean rentables y, sobre todo, que no alteren sustancialmente la programación, las investigaciones, la docencia y las temporadas durante el resto del año. Entre las preguntas que más inquietaban era quién cubriría los gastos que implicarán las medidas de sanidad. Hoy, la Guía de las autoridades no ofrece una respuesta.
Además, para las artes escénicas será un gran reto seguir algunas de las medidas que, según la Secretaría de Cultura, son sólo de "orientación", es decir, no se plantea en ningún momento que tengan carácter obligatorio y que, en caso de no acatarlas, haya alguna sanción.
Entre las medidas de sanidad destacan: los teatros y salas, en función del color del semáforo, recibirán entre 30% y 45% del aforo del recinto. En los escenarios se sugieren distancias de 1.50m, 1.95m y 2.25m, y, en espacios abiertos sólo podría haber hasta tres intérpretes.
Asimismo, los teatros, auditorios, cines, foros y salas de proyección deberán diseñar esquemas para espaciar a músicos e integrantes de grupos artísticos en escenarios, camerinos y áreas de acceso. Y tendrán que evitar el uso de materiales físicos, como programas de mano, carteleras y boletos.
Para los espacios abiertos resalta que en zonas arqueológicas deberán adaptar el aforo a 50% y distribuir a los visitantes con estrategias de sana distancia, sanidad, señalización y vigilancia.
En las bibliotecas se suspenderá el préstamo domiciliario hasta tener semáforo verde. Los museos tendrán que definir el aforo óptimo de las salas de acuerdo a la dimensión de sus espacios para asegurar una distancia de 1.5m entre personas.
Dudas y certezas. En entrevista, Rodrigo González, director de Infinita compañía y del Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Ciudad de México, lamenta que las actividades se puedan realizar hasta que el semáforo marque amarillo. "No sabemos cuándo sucederá y me inquieta un poco que existe la posibilidad de que el color cambie en caso de que haya un rebrote, eso genera una gran incertidumbre. La distancia en los escenarios nos obligará a modificar nuestras coreografías, no podría haber cargadas o besos o escenas románticas; en los espacios abiertos piden hasta tres intérpretes; pensaría que sería más flexible al aire libre".
Faustino Díaz, trombonista, tubista, trompetista y arreglista, miembro de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, coincide con González en que la distancia en los escenarios en espacios abiertos y cerrados es poco clara. "¿Podemos meter a una orquesta completa en una sala de conciertos? Como las distancia cambia entre un foro abierto y uno cerrado, no es claro. Lo cierto es que las salas de concierto son pequeñas, así que la opción será crear grupos de cámara, ensambles de aliento. Si vemos lo positivo, estamos ante la gran posibilidad de fomentar repertorio de cámara, para obra nueva creada para grupos pequeños, en la OSEM ya se está comisionando obra y es muy bueno".
El músico agrega que las orquestas tendrán que seguir el ejemplo de las medidas que están tomando en otras partes del mundo, especialmente en Europa, pero los músicos populares enfrentarán a mayores retos: "Las orquestas podemos copiar los modelos que salgan bien en Europa, pero somos un gremio muy pequeño, una minoría, 95% de los músicos mexicanos se dedica a lo popular. ¿Qué pasará en un concierto de rock, jazz, banda, popular? Pienso en los mariachis, sé que han fallecido al menos 50 músicos de Garibaldi y la mayoría son trompetistas, eso quiere decir que los alientos sí tienen más riesgos. Los clásicos tienen un director, una institución, los demás tendrán que lidiar con su propia suerte, es muy lamentable".
El trompetista explica que tampoco es claro quién será el responsable de los gastos para acatar medidas como la sanitización y los insumos. "¿Quién lo tiene que pagar?, ¿el teatro?, ¿los artistas? Creo que debe haber más claridad en este sentido".
Esta preocupación la comparte Leonor Quijada, directora general de la Sociedad Artística Sinaloense (SAS). "Me parece que es un buen documento pero puede mejorarse. Me inquieta que no sea clara la capacitación y la vigilancia de las medidas, es decir, partimos de que todos seremos responsables, pero el presupuesto de los espacios es muy distinto en todo el país, habrá quien tenga que cubrir los gastos con productos de poca calidad o que no los puedan adquirir por falta de recursos".
Respecto a los aforos, Quijada, con amplia experiencia en la producción de conciertos, óperas y teatro, sostiene que para subsanar la reducción de 30% y 45%, una opción es que se consideren que cambien los porcentajes de distribución de taquilla y se dupliquen los apoyos como Efiartes. "Nosotros somos una asociación civil y los recursos que tenemos provienen hasta en 40% de la taquilla, tendríamos que vender todas las butacas, tener más funciones. Hay producciones que tuvimos que postergar hasta 2022".
El promotor, agente cultural y editor Philippe Ollé-Laprune y Marina Garone, investigadora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, señalan que la Guía tiene los planteamientos esenciales y básicos de cuidado, pero que luego habría que explicitar algunas cosas.
"Lo que yo leo referente a bibliotecas, centros de investigación y archivos, en términos generales los cuatro rubros que se incluyen, me parecen mínimos, pero están bien; son lo mínimo que se debería pedir. Se habla de manera genérica de bibliotecas y opera muy distinto una biblioteca barrial, una pública, una universitaria o el Archivo General de la Nación, habría que ver si hay alguna recomendación más puntual", dijo Marina Garone, y agregó que en general es una Guía dirigida a quien da el servicio, no para el usuario.
Por su parte, Ollé-Laprune dijo que es notable que no sea un reglamento y que no haya obligaciones ni sanciones, "es un paquete de consejos que me parece bastante sensato, no estamos hablando de algo genial, pero es útil; me parece que es bueno que los profesionales de la cultura no estén abandonados frente a esa situación".