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El escritor Leonardo Padura cree que el "alarido" cubano demanda respuestas materiales y políticas

Por EFE

Julio 16, 2021 11:13 a.m.

Foto: EFE

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LA HABANA, Cuba (EFE).- El escritor cubano Leonardo Padura calificó como "un alarido" las masivas manifestaciones antigubernamentales ocurridas el domingo en su país, que demandan respuestas no solo materiales "sino también de carácter político". 

A través de un texto publicado en el portal de análisis "La Joven Cuba" y fechado en su barrio habanero de Mantilla, el premio Princesa de Asturias de las Letras y posiblemente el más importante escritor contemporáneo de la isla dio a conocer su postura sobre la mayor protesta que ha enfrentado la Revolución cubana desde 1959. 

"Resulta necesario que lleguen las soluciones, unas respuestas que no solo deberían ser de índole material sino también de carácter político, y así una Cuba inclusiva y mejor pueda atender las razones de este grito de desesperación y extravío de la esperanza que, en silencio pero con fuerza, desde antes del 11 de julio, venían dando muchos de nuestros compatriotas, esos lamentos que no fueron oídos y de cuyas lluvias surgieron estos lodos", sostiene. 

Padura no descarta que los sucesos hayan sido alentados por "un número mayor o menor de personas opuestas al sistema, pagadas incluso algunas de ellas, con intenciones de desestabilizar el país y provocar una situación de caos e inseguridad", pero puntualiza que ello no le quita "un ápice de razón al alarido que hemos escuchado". 

"Un grito que es también el resultado de la desesperación de una sociedad que atraviesa no solo una larga crisis económica y una puntual crisis sanitaria, sino también una crisis de confianza y una pérdida de expectativas", prosigue. 

El también académico de la Lengua opina que "a ese reclamo desesperado, las autoridades cubanas no deberían responder con las habituales consignas, repetidas durante años, y con las respuestas que esas autoridades quieren escuchar". 

"Lo que se impone son las soluciones que muchos ciudadanos esperan o reclaman, unos manifestándose en la calle, otros opinando en las redes sociales y expresando su desencanto o inconformidad, muchos contando los pocos y devaluados pesos que tienen en sus empobrecidos bolsillos y muchos, muchos más, haciendo en resignado silencio colas de varias horas bajo el sol o la lluvia", refiere. 

El autor de "El hombre que amaba a los perros" sostiene que nadie con "un mínimo" sentimiento de pertenencia, de soberanía y con responsabilidad cívica "puede querer (ni siquiera creer) que la solución de esos problemas venga de cualquier tipo de intervención extranjera, mucho menos de carácter militar, como han llegado a pedir algunos, y que, también es cierto, representa una amenaza que no deja de ser un escenario posible". 

Recuerda que el embargo que Estados Unidos mantiene sobre la isla desde hace seis décadas "es real y se ha internacionalizado y recrudecido en los últimos años y es un fardo demasiado pesado para la economía cubana". 

"Y creo que tampoco nadie puede negar que también se ha desatado una campaña mediática en la que, hasta de las formas más burdas, se han lanzado informaciones falsas que al principio y al final solo sirven para restar credibilidad a sus gestores", sostiene. 

Sin embargo, precisa que "los cubanos necesitan recuperar la esperanza y tener una imagen posible de su futuro". 

"Si se pierde la esperanza se pierde el sentido de cualquier proyecto social humanista. Y la esperanza no se recupera con la fuerza. Se le rescata y alimenta con esas soluciones y los cambios y los diálogos sociales, que, por no llegar, han causado, entre otros muchos efectos devastadores, las ansias migratorias de tantos cubanos y ahora provocaron el grito de desesperación (...)", arguye. 

Padura considera que la forma espontánea y sin ataduras a ningún liderazgo con la que "una cantidad notable de personas" se manifestó "debe ser una advertencia" y supone "una muestra alarmante de las distancias que se han abierto entre las esferas políticas dirigentes y la calle". 

"Solo así se explica que haya ocurrido lo que ha ocurrido, más en un país donde casi todo se sabe cuando quiere saberse, como todos también sabemos", apostilla el autor. 

Advierte asimismo de que no puede "emplearse como argumento de convencimiento la respuesta violenta, en especial contra los no violentos" ni "las soluciones de fuerza y oscuridad, como imponer el apagón digital que ha cortado por días las comunicaciones de muchos". 

"Muchas cosas parecen estar hoy en juego. Quizás incluso si tras la tempestad regresa la calma", reflexiona Padura, quien "como cubano que vive en Cuba y trabaja y crea en Cuba" asume su derecho de "pensar y opinar sobre el país" en que vive, trabaja y crea.