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Narrar para no olvidar: Laura Esquivel

La célebre autora ofreció la conferencia "Mujeres Semilla"

Por Estrella Govea

Abril 15, 2025 03:00 a.m.

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La escritora mexicana Laura Esquivel ofreció la conferencia "Mujeres Semilla" misma que resonó con generaciones de lectoras y lectores.

La autora de la célebre Como agua para chocolate, Esquivel, también guionista y política, compartió un texto en el que reflexionó sobre la apropiación de la naturaleza, la relación con el alimento y el vínculo sagrado con nuestras raíces. "Qué misterioso impulso nos lleva a acompañarnos de aquello que vemos... uno renuncia automáticamente a ser parte, se separa de él, deja de vivir en él, de ser uno con él y lo convierte en mercancía ajena que se compra y se vende". 

Desde ahí, dejó claro el tono de su participación: un llamado a recuperar la memoria colectiva, a entender que "todo está entrelazado y todo pertenece a todos", y a reconocer que la verdadera herencia viene de los actos cotidianos, como cocinar, sembrar y cuidar. "Regresemos la bondad siendo parte de la naturaleza. No somos cuando dividimos... somos cuando compartimos el alimento", sentenció.

Abordó como las narrativas resignifican a las mujeres. Consciente de los múltiples planos en que lo femenino ha sido relegado, Esquivel recordó la intención con la que escribió su obra más conocida: "Para mí, cuando escribí Como agua para chocolate, era muy importante hablar de estos espacios donde aparentemente no sucede nada... donde las mujeres que pasan su vida alimentando a su familia, en su casa, no existen en las estadísticas, no tienen reproducción económica, no tienen grados en gastronomía".

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Planteó tres posturas femeninas representadas en su novela: Rosaura, quien no cree en el cambio; Gertrudis, que apuesta por la lucha pública; y Tita, quien vive una revolución íntima, transformándose de "objeto del deseo de la mamá" a "sujeto dueño de sus decisiones". Sobre este personaje, afirmó: "Ella tiene una frase cuando dice: ´No, la tradición castrante se va a morir conmigo´. Se muere hasta aquí. Yo no me la paso. Si todo el mundo hiciera esas revoluciones íntimas, pequeñas... cambiaría todo".

Esquivel contó entre risas que muchas personas, especialmente defensoras de John Brown, le han reclamado por qué no dejó a Tita con él en lugar de Pedro. Pero explicó que la clave no estaba en elegir entre amores, sino en romper con una cadena de obediencia generacional: "La cuestión es que, si se casaba con John Brown, se iba y la tradición iba a continuar entonces, ella renuncia, se queda para impedirla" 

Lo que la ha sorprendido, es que Como agua para chocolate también transforma a los hombres: "No saben cuántos hijos empezaron a cocinar". Y destacó que ese rescate del espacio de la cocina no es solo asunto de mujeres: "Tenemos que participar hombres y mujeres. No es de género. Es de rescatar lo que tiene que ver con lo femenino... cuidar lo que nos vamos a comer".

Mencionó que, aunque no sabía que Como agua para chocolate se convertiría en una trilogía, aseguró que el deseo de conectar el pasado con el presente la llevó a escribir El diario de Tita, un proyecto que implicó una meticulosa línea de tiempo y una revisión emocional de sus personajes.