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Pbro. Lic. Salvador González Vásquez
Muchas cosas suceden mientras estamos dormidos. Y es posible qué al despertar, nos encontremos viviendo en un mundo distinto.
Ya lo dijo alguien: que la vida cambia en un abrir y cerrar de ojos. Y si nos quedamos dormidos, puede ser que nuestra vida cambie sin
haberlo advertido.
Ya que mientras el hombre duerme, el enemigo va haciendo su trabajo.
La somnolencia, es el momento oportuno para la acción de tu adversario. Y es ahí, cuando éste aprovecha para hacerte mal.
ESTAR EN VELA
Por eso, Jesús nos aconseja estar en vela; para que el enemigo no nos tome por sorpresa, estando dormidos.
Hoy, nos dice el Evangelio, que, “El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró la cizaña en el trigo, y se fue”. (Mt.13,24-25).
LA VIDA NO ES UN SUEÑO
No cerremos los ojos a la realidad, porque la vida no es un sueño.
Y si evadimos la verdad, entonces el enemigo viene y nos mueve el entorno. Y una vez que despertemos, nos daremos cuenta que ya nada es igual.
Hay que estar atentos, y dejar que Dios nos ilumine. No hay que cerrar los ojos, porque mientras dormimos, el enemigo viene para perjudicarnos.
Y es así, qué por vivir anestesiados, vamos perdiendo lo más preciado.
