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CIUDAD VALLES.- Un empresario al que solamente conocen como Genaro N. está succionando la poquísima agua que queda en el arroyo de Las Garzas y que alimenta a los ejidos de Cerro Alto, Chantol y Tanzacalte para regar sus cañas, en la peor sequía que se ha vivido en 20 años y poniendo en riesgo el sustento de agua de 800 personas.
El día de ayer, el juez auxiliar de Cerro Alto, Ismael Hernández y su directiva de ese lugar fueron a platicar con los peones que estaban extrayendo la poca agua estancada en pozas de lo que fue el arroyo de Las Garzas y éstos dijeron que su patrón les había dicho que tenía un permiso especial para extraer y regar, mientras los pobladores no tienen agua para riego, ni para sus vacas que, eventualmente y si no llueve, morirán, ni para beber ellos mismos, ya que la usan para consumo humano.
Lo que los peones no sabían era que los representantes de Cerro Alto ya estaban enterados en la Comisión Estatal de Agua (CEA), con el ingeniero Jaime Yáñez Peredo, quien les informó que en ningún lugar de la entidad hay permisos para extracción ni riego de parcelas ni siquiera para las industrias de gran calado como los ingenios azucareros.
El problema es que las 160 personas que viven en Cerro Alto, las 250 que viven en Chantol y las 400 que habitan en Tanzacalte toman de la poca agua que queda en el arroyo de Las Garzas y también lo hacen sus animales.
La denuncia sobre estos hechos la presentarán apenas inicie la semana a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) pero habitantes de Cerro Alto que hicieron que por lo menos hoy sábado ya no se regara con la poca agua que hay no permitirán ese abuso, porque incluso los que extraen el líquido se están dañando a sí mismos, pero “son muy inconscientes”.
