ENTREVISTA: “El futbol femenil aún no está tan amañado” (fotos)

Tras casi siete años fuera de San Luis persiguiendo su oportunidad en equipos de otras ciudades, Paola Urbieta “se la rifó” al dejar al Querétaro y buscar un espacio en el equipo de su ciudad y no se arrepiente. El femenil potosino está “en construcción”, define, y la afición, pese a incidentes de violencia como el del 20 de octubre, enamora con su entrega.

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“El futbol es para disfrutar, no para volverse loco”. Así de contundente se expresa Paola Urbieta, una de las jugadoras titulares del Atlético de San Luis Femenil, quien vivió en carne propia los disturbios del 20 de octubre pasado en el estadio Alfonso Lastras y que, como miles de potosinos, ese día sintió miedo. Horas después de la riña, en ese mismo recinto debió cargar junto con sus compañeras con “una vibra súper pesada” en el partido contra Puebla.

Aun con lo sucedido, la joven de 24 años de edad que divide su tiempo entre el equipo y una maestría no duda en calificar a los potosinos como “una afición que enamora” y recalca su agradecimiento por portar la playera del estado que la vio nacer, en un conjunto que ya hizo historia y que ella cataloga como “en construcción”.

El San Luis es el tercer equipo para el que juega, además de haber sido seleccionada para el Mundial Sub 17. Con esa trayectoria, Urbieta se muestra optimista respecto al futuro del futbol femenil en México, aunque reconoce por ejemplo que algunas personas que actualmente se encargan de la Liga MX no deberían estar ahí. Percibe también las diferencias entre los equipos varoniles y femeniles, tanto en materia económica como deportiva, pues en el caso de los hombres en el terreno de juego, algunos son “más de maña”, por citar un ejemplo.

Cambios en su forma de vida, polémicas en el San Luis, el futuro del equipo, de eso y más habla Paola, quien “se la rifó” al dejar al Querétaro y buscar un espacio en el San Luis, con mucho que perder… y todo que ganar.

¿Qué te pareció este semestre con San Luis? Tomando en cuenta que es una nueva plaza.

Estoy muy agradecida con la oportunidad de formar parte del equipo, contenta porque estoy en mi estado. Había estado mucho tiempo afuera estudiando y jugando; regresar al futbol aquí en San Luis que es profesional es algo que a mí me había emocionado bastante, estar con mi familia, con mis amigos y el sentir estar en casa es algo que me ha llenado en estos momentos.

¿Cómo fue tu experiencia en otros equipos?

Fue también muy bonito estar en Querétaro, igual en Rayadas. Obviamente es muy diferente el ambiente que hay en Monterrey, el que hay en Querétaro y el que hay aquí. Estar aquí me ha fascinado porque la gente es súper entregada, siempre apoyándonos y yo creo que eso es lo que me ha encantado o me ha enamorado de la afición y el cómo nos apoyan para mejorar.

Titular en Querétaro y San Luis, pero no en Monterrey, ¿qué te decían en Rayadas?

Fue un proceso complicado porque fue el primer equipo que me firmó y eran expectativas muy altas. Yo sabía que la competencia iba a ser complicada, hay buena competencia, entonces, yo decía: “bueno, tengo que trabajar más duro para poder tener una oportunidad”. Pero hay muchos factores. Estaba pasando por momentos complicados, caigo en una lesión de tobillo que casi me deja la mitad del torneo fuera, entonces las pocas posibilidades que pude haber tenido para entrar de cambio se fueron. Saber que no iba a tener muchas posibilidades de jugar por la alta competencia me hizo cambiar de equipo.

¿Decidiste irte o te sacaron del plantel?

Hubo un recorte y en ese recorte nos dijeron que había unas que podían ser baja y otras no, pero nunca nos comentaban bien. Cuando yo le comento al entrenador, le digo: “¿En qué planes entro?” Me dice: “Todavía no se sabe porque en caso de que te demos de baja, debemos tener un repuesto”. Y yo sinceramente, le dije: “Yo ya no quiero estar aquí, siento que ya no voy a tener oportunidades y la verdad me gustaría que me dejaran libre”. El entrenador súper bien, lo entendió bien y me dijo que si necesitaba apoyo o cualquier cosa, lo hablara con él. Yo ya tenía otras expectativas, yo ya quería buscar otro equipo y sabía que quería estar cerca de mi casa, entonces estaba entre Querétaro y León, que eran los que más me llamaban la atención y me decidí por Querétaro.

¿Querétaro te buscó, te llamó?

No, al principio no. Una amiga que estaba allá me dijo: “Vete a Querétaro a hacer pruebas, va a haber esta semana”. Dije: “Va, hago pruebas y a ver qué pasa”.

Termina tu estancia con Querétaro, vienes a San Luis, ¿también en Querétaro no entrabas en planes?

En Querétaro me toca decirles que ya no. Estaba muy a gusto ahí, el ambiente es muy bueno. Las jugadoras, los entrenadores son muy buenos. Pero, obviamente cuando el Atlético sube yo dije: “¿Qué estoy haciendo? Quiero estar en mi estado con mi familia”, y la verdad no lo pensé. Mi idea era venir aquí. Yo me fui sabiendo que acá no tenía nada seguro, que podía quedar o no. Dije: “Me la voy a rifar” y gracias a Dios, quedé.

Uno de los factores más importantes tiene que ser el económico, de tus tres equipos, ¿cuál era el que mejor pagaba?

Pues ahorita, aquí es donde me han pagado más. Siempre he dicho que mientras más estás en competencia, lo disfrutas cuando te esfuerzas. Se ejerce un trabajo porque tienes responsabilidades, entrenas, tienes que cuidar tu alimentación, el descanso y obviamente cuando llega el dinero, lo disfrutas y lo valoras porque realmente te ha costado.

Económicamente, ¿vale la pena trabajar en el San Luis?

Ahorita es mitad y mitad porque sé que con la licenciatura tendría un buen trabajo pero le estoy tirando a otras cosas. Trato de llevármela tranquila complementando el futbol con la maestría. Tengo otras ideas, y hasta donde me dé el futbol.

¿Cuánto tiempo estuviste fuera de San Luis?

Casi siete años. Extrañaba el clima de la ciudad, en Monterrey es muy extremo. Mucho calor o mucho frío. Aquí el clima es muy templado, sí hace frío, pero no tanto. Aparte en Monterrey la vida es muy rápida, todos viven, van corriendo. En San Luis la vida es más tranquila y se puede disfrutar.

¿Cómo te sientes ya como figura pública?

Cambian muchas cosas. A veces quieres hacer algo tonto y ya lo piensas. Ya no es salir como yo quiera porque al rato ya hay una foto. O hasta el simple hecho de comerte unas papitas, pues ya eres jugadora pública. Hay que tener cuidado, que no me vean.

A veces sí me ha tocado más como en plazas (comerciales), que salgo y me piden fotos. Yo soy de lo primero que veo, me lo pongo y vámonos. Ahora, es más cuidar tu persona. Sí es complicado, yo antes me salía hasta en pijama a cualquier plaza, me da igual, nadie me conoce, pero ahora ya no aplica.

RIÑA, VETO, DECISIONES CUESTIONABLES…

Paola, junto con sus compañeras ha sido testigo de polémicos despidos y decisiones de la directiva encabezada por Alberto Marrero, quien a decir de la jugadora vive en España pero en ocasiones las visita en los entrenamientos o les envía mensajes de aliento.

Reconoce que la directiva las ha tratado bien y resalta el esfuerzo que tanto ella como el resto del equipo realizan día con día para que el proyecto femenil en San Luis Potosí se vuelva un referente.

¿Cómo ha sido la relación con tus compañeras dentro del plantel del San Luis?

La verdad muy bien, es un equipo nuevo, muchas jugadoras vienen de otros equipos y a otras les toca debutar aquí. Todas agarramos la onda de que tenemos que ser muy fuertes tanto internamente como en el campo y todas estamos apoyándonos, sabemos que a muchas les ha costado o pasamos malos momentos y buscamos siempre apoyarnos.

¿Y la relación con el técnico Martín Casas?

Muy bien. Soy de las personas que respeto a quienes están encima de mí. Y sé que ellos son los que toman las decisiones, sea correcta o incorrecta, de nosotras no queda.

Sobre despido de la doctora, ¿qué les dijeron o no les dieron explicaciones?

Solamente lo que se publicó, que la doctora sale porque hubo un malentendido entre el cuerpo técnico y el cuerpo médico. Fue lo único que nos dijeron. También a nosotras nos sorprendió, porque el ambiente es muy bueno. Un día, en la mañana nos dijeron: la doctora ya no está.

Ella sí nos mandó un mensaje despidiéndose y fue de: “Ok, entendemos, sabemos que al final en un equipo así es esto”. De la noche a la mañana pueden despedir a tu entrenador, al preparador físico o a ti mismo por hacer algo que afecte tu contrato y así es esto.

Me imagino que viste lo que pasó con la porra del Querétaro, ¿estuviste en el estadio? ¿Cómo te sentiste?

Sí, de hecho, estaba ahí. Estaba enfrente, sentí miedo al ver cómo la gente cambia de estar apoyando a tu equipo y después te pones salvaje aventando cosas.

Yo iba con mi papá y mi hermano y me dio miedo, ver que podían afectarnos a nosotros, también mis compañeras que estaban en la zona.

Yo creo, siempre he dicho, qué bueno que te guste el futbol, pero ser tan aficionado hasta llegar a ese punto, no. Tanto Querétaro como la porra del San Luis hicieron mal, pero eso ya es de cada persona y los valores que traes y lo sacas. Yo creo que no hay una explicación, se vuelven locos por algo que no es tanto tuyo. ¿Sabes? A ti no te van a pagar ni nada si pierdes. Se volvieron locos, por una parte, digo: qué bueno que los castigaron, también por la gente que va los domingos con la familia y no tiene la culpa. Creo que debería haber otras medidas para ese tipo de gente porque el futbol es para disfrutar, no para volverse loco.

Al día siguiente, a las que perjudicaron fueron a ustedes…

Sí, porque la verdad se sentía una vibra súper pesada. Mucha gente no quiso ir por lo mismo, decían que no se sabía si iba a pasar algo, si iba a estar abierto el estadio. Nos preguntaron en redes sociales si iba a estar abierto al público, y sí, hasta ahorita sí está abierto al público, no nos han dicho nada. Sí nos perjudicó bastante.

ELLOS, CON “SUELDAZOS”; ELLAS, EN CAMIONES Y “DE RIDE”

Un aspecto que se ha mencionado mucho incluso internacional, es la disparidad en las condiciones laborales entre los equipos varoniles y femeniles y el Atlético de San Luis no es la excepción.

Paola Urbieta es consciente de ello pero sabe también que los resultados en los partidos y el apoyo de la afición son elementales para buscar una mayor equidad. Mientras tanto, esas diferencias serán notorias incluso en cuestiones básicas como el transporte diario.

Respecto a los traslados, ¿la directiva tiene consideraciones con ustedes igual que con el equipo varonil?

Es que todo es complicado, en el varonil es como que: aquí tienes que estar a las ocho y las mujeres es igual, pero al final de cuentas los sueldos no son iguales. La mayoría no tiene un carro como para estarse moviendo, la mayoría que son foráneas se juntaron y viven en una casa que están rentando y pues se van en Uber. En mi caso, por lo regular ando en camión, ya si mi papá me puede llevar, me da “ride”. Ahorita sí es como, cada quien como pueda.

¿Y dentro del vestidor, se tratan igual que los hombres? ¿Acaba un mal partido y se dicen de todo?

Aquí es un poco más tranquilo, hasta eso dentro del campo sí es de hablarnos fuerte. Siempre hemos dicho que a veces el decir qué está haciendo mal la compañera le ayuda, pero, en general nosotras no somos tanto así, sí es más de llegar y decir: “Pues aquí fallaste en el gol, fue tu culpa y esto, esto y esto”.

Hay unas que lo pueden reconocer y otras que no. Al final de cuentas, no nos enganchamos con las críticas. Obviamente, la persona que sabe que falló, sabe que tiene que mejorar, pues eso nos afecta a todas.

Y en un partido yo creo que la clave de todo es la comunicación, mientras estés hablándote, eso es súper importante. Al principio nos costaba mucho la comunicación, no hablaban. Era como jugar a ciegas.

Hasta eso nuestra fortaleza en el equipo es la defensa, o sea, somos todas en general defendemos y agarramos marca y pues hay que mejorar la definición.

Siguen dependiendo del equipo varonil, si San Luis desciende, pues también se van en el paquete

Es lo triste, la verdad. Pero, también nosotras sinceramente nos favorecemos de que estén ellos, de sus entradas, de otro tipo de cosas, pero hasta que la liga femenil sea independiente, sería como aparte.

Al futbol femenil se le reconoce porque es más limpio, menos pausas, menos tiempo muerto…

Sí, las mujeres somos más limpias. En general, en muchos aspectos, y en varios deportes me ha tocado ver. Obviamente si te pegan y te duele, pues te quedas tirada, si no, pues no pasa nada. Tratamos en un saque de banda, ir rápido por el balón y sacar.

Ves el futbol varonil y es como: le das un toquecito y se queda media hora tirado, por todo reclaman. Sí es diferente, porque yo creo que los hombres son más de maña.  Más de “a ver, estamos cansados o nos están atacando, párale” y el futbol femenil aun no está tan amañado, todavía está tranquilo. Pero no dudes que en un futuro también empiece ese tipo de cosas.

¿Qué le dirías a la gente que le interesa el futbol femenil o a quien no lo conozca?

Ahorita el futbol en general va creciendo, es una liga que lleva tres años, y comenzó como la de los hombres. Obviamente, al principio no todos los equipos eran buenos y no tenían la economía como la tienen ahora.

Yo creo que el futbol femenil va en su proceso, hay equipos que le invierten más que otros, entonces mientras más apoyen el futbol femenil yo creo que esto va a ir aumentando aun más en su calidad y nivel de cada equipo.

También es importante el apoyo de la afición. Mientras más gente vaya a apoyar a los estadios, es un ingreso que le dan al club y a nosotras nos beneficia en los sueldos y en que le inviertan más para que tengamos mejores cosas.

PESA MÁS LA FAMA QUE EL TALENTO

Paola Urbieta conoce bien las fortalezas del Atlético de San Luis y también sus debilidades. Reconoce que hacen falta mejores delanteras y más inversión en el equipo.

Y aunque ignora aún cuánto tiempo más le queda en el conjunto potosino, una de sus metas es ser convocada a un mundial, pero para ello deberá esforzarse, conseguir buenos resultados y esperar que quienes toman las decisiones valoren esos logros.

En términos generales, ¿qué te ha parecido el torneo en cuanto a resultados? ¿Qué podrían mejorar? ¿O en qué se están equivocando?

Una palabra clave es que es un equipo en construcción, este torneo nos ayudó para ver cómo está la competencia, qué jugadoras iban a desarrollarse, a qué jugadoras no les iba a dar para estar en este nivel y yo creo que en general es un equipo que ha ido mejorando jornada a jornada. Al final de cuentas es futbol. El que las mete es el que gana.

Yo creo que en cuanto al nivel estamos al parejo, obviamente hay cosas que mejorar como todos los equipos. Yo creo que el próximo torneo vamos a estar dentro de las ocho.

Necesitamos muchos refuerzos arriba, una delantera o delanteras que sean matonas. Nos ha tocado una suerte de una contra una y las fallan. Aquí tú como defensa matándote abajo y arriba las fallan.

Ahora no preocupan los números, es un torneo de reconocerse?

Sí, esa es la idea. Nunca hubo un señalamiento de: tienes que ser campeón ahorita. Sabemos, somos realistas, sí se puede, pero es complicado, la mitad de nuestras jugadoras no estaban en un equipo y acaban de debutar. Es un proceso complicado, no es como los hombres que llevan desde las fuerzas sub 13, 15, 17, 20. Pero ahorita nos sirvió bastante y también sabemos que tuvimos oportunidades, había muchos juegos ganables, podríamos decir que si hubiésemos sido afortunadas en meter los goles estaríamos hablando de una posible liguilla.  

¿Qué te parece la afición?

Es una afición que enamora, desde el primer juego metes 12 mil personas cuando nadie pensaba que iban a ir. El segundo juego de local, van 17 mil personas. La afición está enamorada de que por primera vez hay futbol femenil y yo creo que el futbol es de resultados. Entre mejores resultados tengamos, la afición va a estar ahí apoyándonos.

En el primer partido les metieron seis goles…

Yo creo que fueron muchos factores, la emoción, ver el estadio que estaba casi lleno. Muchas jugadoras se quedaron como de :“¿Qué está pasando?”.

La misma directiva subestimó a la gente, es decir: no va a haber nadie. Ni siquiera había vendedores porque para qué hablarles si no va a haber nadie.

Yo creo que se hubiera llenado más porque mucha gente se quedó afuera. En el segundo tiempo todavía había gente formada porque ya no había boletos yo dije: “Pues qué tonta la directiva porque si ya primero fallaste y ves que la gente está afuera, pues ya déjalos entrar”.

Creo que la directiva aprendió, porque ya después contra América, súper preparados y ves la respuesta del publico con 17 mil aficionados.

¿Te gustaría ir a un mundial con México?

Ya tuve la oportunidad de ir a un Mundial sub 17, pero, claro que me gustaría regresar a un mundial mayor. Yo creo que es el sueño de todas. Estar en un equipo es una cosa, pero representar a México es otra, aunque las personas que están ahorita encargadas de la liga o de la selección son personas que para mi gusto no deberían estar. Siempre son las mismas ideas, las mismas jugadoras. Y hay ya muchísimas jugadoras que, de hecho, son mejores que de las que siguen hablando.

¿Crees que haya convocatorias más por nombre que por calidad?

Sí bastante. En muchas convocatorias ha pasado eso, más por nombres. A mí no me molesta, pero hay más jugadoras a las que realmente hay que voltear a ver. A lo mejor no las conoces, pero tiene más calidad que la que está ahí. Hay personas que se casan con las mismas jugadoras, pero no voltean a ver que ya hay más nivel en la liga.

¿Cuánto tiempo seguirás en el Alfonso Lastras?

Mi contrato es de un año. Y ahorita cuando se termina cada temporada siempre hay una plática para saber si siguen jugadoras o se van. Espero seguir hasta que se termine mi contrato, igual estoy encantada y agradecida por el tiempo que me han dado, por todo el apoyo de la afición, mi familia, la directiva, mis entrenadores. Sinceramente, estoy contenta, si sigo, para mí encantada. Seguir disfrutando y peleando por estos colores. Y si no, pues bueno.