El mundo musulmán vive un sombrío final de Ramadán con más contagios y restricciones

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El mundo musulmán vive un sombrío final de Ramadán con más contagios y restricciones
Foto: AP

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EL CAIRO (EFE).- Los musulmanes de Oriente Medio ponen hoy punto final a un Ramadán atípico por las limitaciones dictadas por la pandemia del coronavirus, que no han impedido que los contagios hayan aumentado en toda la región obligando a restringir aún más la celebración del Aid al Fitr con el que culmina el mes sagrado. 

En primer lugar, mañana al alba los fieles no podrán realizar el tradicional rezo colectivo, que marca el final del mes de ayuno y el comienzo de la festividad del Aid al Fitr, y que suele reunir a una gran cantidad de personas en las mezquitas y espacios designados para la oración. 

Una tradición más que este año está suspendida por el coronavirus, que en muchos países también impedirá o limitará estos días festivos los viajes de placer o para visitar a la familia, así como las compras de regalos y dulces.  

En Emiratos Árabes Unidos el Gobierno ha aconsejado no regalar dinero en efectivo a los niños, que es una de las tradiciones del Aid al Fitr, y en Egipto las autoridades religiosas han pedido que el azaque o limosna que habitualmente se da al final del Ramadán se adelantara para ayudar a aquellos más afectados por el parón de la economía. 

AID BAJO EL TOQUE DE QUEDA 

Tanto en Arabia Saudí como en Irak las autoridades han reimpuesto un toque de queda de 24 horas para los días del Aid al Fitr, después de haber relajado las restricciones al movimiento durante el Ramadán y haber registrado un aumento de los contagios de la COVID-19, un 186 % y un 136 % más respectivamente. 

"Estas medidas no son nuevas, estamos preparados psicológicamente desde hace semanas", afirma a Efe un funcionario estatal saudí y padre de tres hijos, Suliman al Mutawa.  

El hombre explica que él y su familia no harán nada especial en esta fiesta, pero sí ha comprado ropa nueva para sus hijos para "hacerles sentir la alegría" de estas fechas. 

A los pequeños les ha "convencido con dificultad de que las circunstancias de este año requieren quedarse en casa y que este Aid no será como los anteriores". 

Mientras, en Bagdad, Saad Taher al Samarai se dispone a pasar estos días feriados en casa, renunciando a los rituales religiosos y a las costumbres del Aid al Fitr.  

"Este año serán sólo unos días de vacaciones, no habrá oración del Aid ni visitas entre familiares y amigos debido al coronavirus", afirma a Efe el padre de un niño y dos chicas jóvenes.  

Al Samarai solía ir al cementerio el primer día de esta festividad para visitar la tumba de su padre y rezar por él, y además solía dar limosna a los pobres que se encuentran en ese lugar, pero este año no será posible. 

Además, la familia tendrá que renunciar a los paseos por los parques y mercados, una costumbre durante el Aid al Fitr que normalmente dura tres días, pero que este año ha sido prolongado toda la semana para que los iraquíes permanezcan en sus casas. 

ENTRE LA CRISIS ECONÓMICA Y LA SANITARIA 

En Egipto las autoridades también han declarado una semana festiva en todos los sectores y estrictas medidas para evitar reuniones, desplazamientos y viajes, pero al mismo tiempo han permitido la reapertura de los hoteles que cumplen con las normas sanitarias. 

Los Ministerios de Salud y Turismo han concedido un certificado de "hotel seguro" a más de 70 establecimientos en la pasada semana, para intentar salvar estas fechas claves para el sector, totalmente paralizado desde la suspensión de los vuelos internacionales a finales de marzo. 

Los hoteles podrán recibir sólo el 25 % de los huéspedes y tienen que proporcionarles mascarillas, guantes y desinfectante, además de abolir las comidas bufé y las populares "shisha" (pipas de agua). 

Al mismo tiempo, las autoridades han suspendido el transporte público entre provincias, como autobuses y trenes, y restringido los desplazamientos debido al aumento de los contagios por coronavirus, especialmente en la última mitad de Ramadán. 

Actualmente Egipto suma casi 16 mil contagiados y 707 fallecidos por la COVID-19, un 266 % más que hace 30 días cuando comenzó el mes sagrado.