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El trabajo híbrido en el nuevo entorno laboral

Por Redacción

Enero 21, 2024 03:00 a.m.

A

Dra. Mariana Cordova Contreras - Profesora de planta en Gestión y Liderazgo 

Juan Manuel Morán - Asistente de investigación

Una de las principales herencias de la contingencia provocada por la pandemia de COVID-19, es la adopción generalizada de modelos de trabajo alternativos, cómo el trabajo híbrido, la necesidad de mantenernos en nuestros hogares fue el contexto perfecto para descubrir que muchas funciones y actividades podían ser llevadas acabo sin la necesidad de que el colaborador este de forma presencial en una oficina o espacio de trabajo definido. Millones de trabajadores en todo el mundo pudieron descubrir los grandes beneficios del trabajo híbrido cómo la posibilidad de estar más tiempo en casa, ahorrar tiempo y dinero en traslados hacía la oficina y por ende poder dedicar más tiempo a sus vidas personales o a actividades propias del hogar, las empresas también pudieron generar grandes ahorros en cuanto a consumo de insumos y espacio físico se refiere, sin embargo, la incapacidad de llevar en un control presencial sobre cómo se ejecuta el trabajo u otras distracciones que pudieran presentarse por no estar en un espacio dedicado al trabajo han presentando retos para esta modalidad. A tres años de esta implementación inicial y con un contexto de normalización alrededor del mundo, es importante preguntarnos cómo los modelos híbridos han transformado y adaptado el nuevo entorno laboral. 

A tres años vista una de las principales lecciones es que el modelo 100% remoto no puede ser la única modalidad dentro de una empresa, que el despedirnos completamente de las oficinas es una realidad aún lejana, una encuesta realizada por workplace intelligence nos habla que el 64% de los trabajadores haría una inversión o sacrificaría parte de su salario por tener acceso a un espacio físico de oficina, lo que nos habla que el espacio laboral sigue siendo parte de las expectativas y necesidades de los colaboradores,  si bien las organizaciones deben desarrollar procesos de adaptación a sus espacios de oficina y cartera inmobiliaria en general, la principal adecuación debe ser en las jornadas laborales, y es que, entre los principales puntos donde ha sido exitoso el esquema híbrido es en la flexibilidad que ofrece a los colaboradores, esto lo observamos en distintas encuestas que nos hablan de como las jornadas tradicionales de 9 a 5, de lunes a viernes en una oficina fija, ya no se adaptan al expectativas y prioridades del trabajador moderno, en la encuesta antes mencionada tenemos que el 75% de los trabajadores priorizan antes la capacidad de autodeterminar su espacio laboral sobre cualquier otra forma de beneficio y compensación, estando dispuestos incluso a renunciar a algunas de estas. 

Basado en esto podemos hablar de un trabajador que valora más su tiempo, que pretende que sus horas laborales sean más productivas, más eficientes y sobre todo más efectivas, el dato de que 1 de cada 2 trabajadores prefiere ir tres días o menos a la oficina, nos habla de cómo las expectativas están alineadas hacía hacer lo más valioso posible el tiempo que se invierte en trabajar de forma colaborativa, siendo el uso que se le daría a esos tres días de presencialidad, y es que con este punto nos damos cuenta como las prioridades de los trabajadores se alinean con las de los  gerentes y ejecutivos, que muestran una preferencia a que la mitad del tiempo se ha llevada de forma remota y la otra de forma presencialidad, esto para maximizar la eficiencia en el tiempo de los colaboradores y optimizar el uso de los recursos físicos.

Con estos puntos anteriormente enunciados podemos afirmar de forma casi inequívoca qué, el presente del trabajo es híbrido, y las organizaciones que pretendan estar listas para triunfar en el presente y aprovechar el futuro deben entender esta modalidad, adaptarla a su realidad y aprovecharla para desarrollar ventajas competitivas, siempre entendiendo que la flexibilidad debe ir acompañada de controles con métricas claras y que la capacidad de ofrecer modelos híbridos no es sinónimo de abandonar las estrategias de desarrollo de equipo presencial ni de ofrecer espacios ergonómicos de trabajo.