Guajardo y la reelección

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El diputado local Rubén Guajardo pretende reformar la Ley Electoral potosina para “facilitar la reelección inmediata de los legisladores”. Sin desconocer que se trata de un derecho establecido legalmente, el problema es que, ciertamente, está limitado a la condición de que los que llegaron por la vía de mayoría no puedan hacerlo por la plurinominal y viceversa, cuestión que impediría que varios que ya se frotan las manos se contengan en sus ímpetus de repetir en el cargo, sobre todo los que sienten que no podrían volver a convencer al electorado, de un distrito determinado, que merecen el refrendo de la confianza depositada. De allí que, sobre todo, se plantea que puedan optar por cualquier vía, o incluso ambas (“más seguro más amarrado”, según el refrán popular), para nuevamente registrar su aspiración a seguir disfrutando de las mieles del poder público.

Lo que aquí planteamos puede parecer contradictorio, pero no lo es tanto si nos atenemos a los hechos y actos que han definido el paso de la mayoría de los diputados locales en sus (en)cargos en los últimos períodos congresuales: escándalos de corrupción motivados por distintas acciones y omisiones que, en lugar de disminuir en su incidencia, parecieran multiplicarse, por lo que, en principio, podría aceptarse que eso tiene que ver con la falta de más tiempo para profesionalizarse en el cargo. Sin embargo, resulta que varios de los actuales ya han pasado por allí y no se ve que hayan contribuido antes, ni ahora, de manera decisiva, a cambiar ese estado de cosas; incluso, hasta no pocas veces se ha ventilado que “malean” a los recién estrenados como diputados para terminar todos bien salpicados, aprendiendo rápido a taparse los unos a los otros.

Así las cosas, sin menoscabo de reconocer la existencia de ese derecho establecido, más bien habría que explorar la posibilidad de que no hicieran más prolongado el sentimiento de desconfianza ciudadano que se han ganado, dejando las cosas como están, ya que no se puede ir más lejos en ese plano (tampoco se puede alegar que no tengan derecho a reelegirse). Pero, por el contrario, ¿por qué no afinan las condiciones para que la revocación de mandato sea un mecanismo ágil para mandar a volar, anticipadamente, a los que han fallado? Y, si en verdad están convencidos de que el papel que han desempeñado es tan destacado, ¿por qué no reformar para lanzarse como candidatos “independientes”, “sin partido”, o como les dé la gana nombrarlos, facilitando igualmente las condiciones para que puedan beneficiarse del aplauso ciudadano? 

Más bien, pareciera que el propósito buscado sería que varios de los actuales diputados sigan haciendo “roncha” en el cargo, pero de modo más fácil y seguro, asumiendo que basta con salvar el obstáculo contemplado en el artículo 315 bis de la Ley Electoral del Estado de San Luis Potosí, que los anteriores diputados adicionaron en 2017. Ahora viene otra reforma y es previsible que la iniciativa de Guajardo prospere porque ni modo que se hagan el “hara-kiri” con respecto a esa posibilidad, y como se trata de legislar para ellos y no para la sociedad, pues ya se avizora “de qué lado podría mascar la iguana”. Sin embargo, resulta obligado que, como ciudadanos ofendidos por tanto abuso de los representantes populares que en suerte nos han tocado, pidamos que se la jueguen como están ahora las reglas, por lo menos hasta que no se vea que, en verdad, hay un serio cambio.

Por otra parte, la presunta motivación que subyace a ese propósito sería considerar que, sólo así, podrían prepararse para ser más eficientes en su función; pero, entonces, es inevitable preguntar: ¿y los tantos asesores para que están? Más aún: si no son eficientes en la responsabilidad, ¿por lo menos podrían actuar con honestidad, mesura, austeridad? ¿O para esto también requieren más tiempo? ¿Y los que ya fueron diputados, no han logrado aún esas prendas y contagiar a los demás? En fin, aunque Guajardo es de los más sensatos diputados que hay, los ciudadanos… ¿qué culpa tenemos de cargar con ese pesado fardo en que se ha convertido el congreso local? Si quieren la reelección, pues que regresen a su distrito a convencer a su electorado.