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In-D: Goodbye Dodo, los destructores de mitos

Por Daniel Tristán

Septiembre 04, 2024 11:44 a.m.

A

He tenido la oportunidad de experimentar lo dulce y lo amargo de la escena potosina desde varias aristas. Primero como músico, después como espectador. Me he dado la oportunidad de escuchar a cuanta banda me entero que anda por ahí haciendo “ruido”. Me he llevado sorpresas muy buenas y otras muy malas. También, jugué durante algunos años la parte probablemente más tenebrosa dentro del tejido que compone la escena musical potosina: la del foro donde las bandas se presentan cada fin de semana.

La vida me llevó, sin darme cuenta, a asociarme con los que eran mis compañeros de banda en ese momento en un proyecto llamado Roadhouse. Un concepto de concert hall que daría espacio tanto a bandas de covers como a grupos con propuestas originales. Yo decidí tomar esta segunda tarea: la de abrir el escenario a bandas originales bajo un concepto al que llamé “Roadhouse Impulsa”. La idea era poner un escenario digno al servicio tanto de bandas consolidadas como de bandas emergentes.

Este rol me permitió conocer la escena independiente a profundidad, meterme en sus entrañas y comprender muchas cosas (positivas y negativas) que no podía percibir estando yo dentro de la burbuja mientras desempeñaba el papel de músico. Tuvimos la oportunidad de ser la sede del Circuito Indio, concepto que me permitió conocer aún más a fondo el mundo de la música independiente. Desde ese ángulo pude ver a grandes bandas nacer y morir, fui testigo de ver cómo los egos desmembraban conceptos musicales que rayaban en la genialidad. Por el otro lado también pude ver cómo otras bandas se fueron como cohete a los cuernos de la luna construyendo carreras musicales muy sólidas.

Ahora a la distancia, si hay una banda que me hubiera volado la cabeza poder tener en ese escenario sin duda sería Goodbye Dodo. Tenía bastante tiempo que un proyecto potosino no me atrapaba. Este cuarteto instrumental está conformado por Andrés Reynoso (guitarra), Daniel Bear (batería), Eduardo Campos (guitarra) y Eduardo Lozano (bajo). De la mano de Samantha Jiménez, manager de la banda, este proyecto tiene ya un camino recorrido y su catálogo musical comienza a tomar cada vez más forma. Recientemente lanzaron su nuevo sencillo titulado “Gaman”, con el cual parecen tomar un rumbo mucho más sólido, mismo que va a definir lo que suceda con el proyecto durante los próximos años.

Definir a Goodbye Dodo resulta complicado. Si tuviera que ponerlo en palabras podría decir que son una banda demoledora de mitos y falsas creencias, un proyecto que no tiene empacho en mandar al diablo los paradigmas y las viejas reglas de la escena musical. Goodbye Dodo apuesta por una propuesta completamente instrumental, dejando de lado la creencia de que la música necesita letra para poder enganchar al escucha. Estos potosinos le escupen en la cara a la nueva tendencia de que las canciones deben durar menos de tres minutos para evitar que el consumidor le de skip al track. Su música no tiene prisa ni urgencia. Por el contrario, se toma todo el tiempo necesario para plantear atmósferas musicales y desarrollar un concepto integral sin preocuparse por el tiempo que esto pueda tomarles.

Hay algo en esta banda que puede convertirse en una carta fuerte si saben jugarla a su favor: Goodbye Dodo nunca pasará de moda por el simple hecho de que nunca han estado a la moda. El surfear por un océano musical plagado de tendencias replicadas de manera idéntica entre un proyecto musical y otro le da a Goodbye Dodo una cierta inmunidad ante el paso del tiempo. Podrán ver pasar modas y tendencias ante sus ojos, podrán ver que los que apostaron por lo seguro se desmoronan y se vuelven viejos y obsoletos, mientras Goodbye Dodo juega la carta de la atemporalidad para conseguir trascender.

Se trata de una banda joven pero que carga en sus integrantes una madurez atípica para su edad. Tal vez esto les permita entender que en sus manos tienen un proyecto que está llamado a poner a la escena musical potosina en sitios donde nadie más ha podido llegar. De ellos dependerá si son lo suficientemente inteligentes para poder encaminar este concepto al sitio ideal. Por lo que a mi respecta no me queda más que sentarme y disfrutar la trayectoria por venir de esta interesante banda potosina.