Le alcanza para todo


Más de 23 millones (recuento parcial) de beneficiarios directos de programas sociales a cargo de un gobierno que pareciera ser de un solo hombre alcanzan para mucho por no decir que para todo: para cumplir postulados de justicia social y con ello reducir los elevados índices nacionales de pobreza y desigualdad; para menguar los riesgos de la irritación popular, para disponer de un formidable padrón clientelar con fines electorales, para consolidar un liderazgo imbatible de voluntad omnímoda y, llegado el momento, para clamar de manera unánime por una permanencia mayor en el cargo.

El último numero de la revista Nexos, que comenzó a circular el pasado viernes, trae un excelente trabajo de la académica e investigadora María Amparo Casar, de cuyo contenido se desprende que los siete programas sociales lopezobradoristas mas conspicuos (hay varios más en proceso de concreción) han comenzado a entregar dinero en efectivo por cantidades que fluctúan entre 800 y 3 mil 600 pesos mensuales, a un total provisional de 23 millones 20 mil mexicanos y mexicanas, con una edad mínima de 16 años (la gran mayoría de los cuales podrá votar en el 2021). 

El desglose es el siguiente: “Pensión para el bienestar de las personas adultas mayores”, destinado a hombres y mujeres de más de 68 años en general y de 65 años en las zonas indígenas, 9 millones 780 mil beneficiarios; “Beca universal para estudiantes de educación media superior Benito Juárez”, 5 millones 240 mil beneficiarios, con edades entre 16 y 20 años. Además, la “Pensión para el bienestar de las personas con discapacidad permanente”, que recibirán 4 millones de mexicanos y mexicanas; “Jóvenes construyendo futuro”, que entregará la suma individual más alta (3 mil 600 pesos mensuales) a un total inicial de 2 millones 300 mil jóvenes de entre 18 y 29 años.

Finalmente, “Tandas para el bienestar”, destinado a un millón de emprendedores; “Sembrando vida”, con 400 mil beneficiarios iniciales, y “Becas para estudiantes de nivel superior”, en beneficio de 300 mil jóvenes.

La suma de todos los beneficiarios de los programas arriba descritos arroja el total de 23 millones 20 mil, al que previamente se le descontaron 3 millones de posibles duplicidades.

Faltan por alcanzar mayor definición otros programas ya anunciados, como el de “Precios de Garantía a Productos Alimentarios Basicos”, que tiene asignados en el presupuesto federal 6 mil millones de pesos; “Colonias Marginadas”, con 8 mil millones de pesos, y “Universidades para el Bienestar Benito Juárez”, que dispone de mil millones. 

Basándose únicamente en los datos duros ya citados, sin aventurar proyecciones sobre los programas en proceso de concreción, la doctora Casar apunta que en las elecciones del año pasado votó el 63.4 por ciento del padrón electoral, equivalente a 56.6 millones de sufragios, de los cuales 30.1 millones (53%) fueron para López Obrador. Normalmente las elecciones intermedias convocan un número menor de ciudadanos. El promedio desde 1997 es del 51.2 por ciento. Sobre la base de que el padrón electoral en el 2021 será de aproximadamente 93 millones de ciudadanos, es de esperarse que acudan a las urnas unos 47.6 millones.

Si, como es probable que ocurra, AMLO aparecerá en las boletas del 2021 para someterse a la revocación o refrendo de su mandato, de entrada contaría con la simpatía y agradecimiento de 23 millones de mexicanos y mexicanas en edad de votar, equivalentes a casi el 50 por ciento del total de la votación esperada. Obviamente, no todos los beneficiarios de los llamados Programas Integrales de Desarrollo acudirán a votar ni todos los que acudan lo harán a favor de AMLO-MORENA, pero todavía están sin contabilizar otros millones de votantes que no son beneficiarios de esos programas y que simpatizan con el proyecto lopezobradorista. 

Dicho de otra forma, con que funcionen razonablemente bien los programas sociales (sin olvidar que hay varios todavía no contabilizados) y se mantengan buenos niveles de apoyo popular/electoral a López Obrador, su partido llegará a las elecciones del 2021 con el triunfo en la bolsa (se eligen diputados federales y 13 gubernaturas, además de un número indeterminado de ayuntamientos y diputados locales).

Con todo, lo más inquietante es la posibilidad de que para el 2024, cuando los beneficiarios de los programas ya mencionados más los de otros que pudieran emerger hayan aumentado en varios millones, y se les sumen los lopezobradoristas no incluidos en esos beneficios, surja un ensordecedor clamor popular pidiendo “¡Que se quede, que se quede¡”

López Obrador ha dicho en más de una ocasión que no buscará la reelección. Pero también en la plaza pública ha expresado que “Ya no me pertenezco, les pertenezco a ustedes”. Así que si ese pueblo bueno y sabio le pide que se quede, cómo decirle que no si es tu dueño. 

Y si, con malicia, de lo que se trata es de darle un poco de vuelta a las cosas, bien pudiéramos encontrarnos con que no habrá ninguna reelección. Bastaría con una prolongación de mandato.

En estas previsiones de cara al 2024, no hay que dejar fuera como importante elemento de juicio el creciente  apapachamiento de nuestras fuerzas armadas por parte del presidente López Obrador. Construcción y operación del nuevo aeropuerto de Santa Lucía; un desarrollo inmobiliario de largo alcance en una de las zonas urbanas más caras del país (Santa Fé), probablemente el mando de la Guardia Nacional, y lo que se sume.

¿Por qué esta asociación de ideas? Porque en la eventualidad de movilizaciones de millones de ciudadanos a favor del ¡que se quede! El único dique posible sería el del ejército. ¿Y si se suma al clamor popular?

UNA PROPUESTA INTERESANTE

Con todo y lo mal que suelen andar las cosas en el Congreso del Estado, lo mismo en su ejercicio legislativo que en lo político, de vez en cuando surgen algunas iniciativas, interesantes. Hoy hablaremos de una que todavía no es presentada al Pleno porque se está buscando que la suscriba un número de diputados mayor de los 14 que representan la mayoría simple, para que se reduzca el número de integrantes de la Junta de Coordinación Política, el principal órgano de gobierno interior y manejo administrativo del Congreso.

Actualmente, porque así lo dispone la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado, tienen voz y voto en la Jucopo los coordinadores de los Grupos Parlamentarios (con dos o más diputados) y las llamadas Representaciones Parlamentarias (un solo legislador). En tales condiciones, la Jucopo actual está integrada por 10 (37 por ciento) de los 27 diputados locales. De entrada, esa proporción es un despropósito. Es como si la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados estuviera formada por 187 legisladores federales. Tiene únicamente ocho miembros, uno por cada grupo parlamentario. 

Los 10 integrantes de la Jucopo local son los coordinadores de Morena (6 diputados), PAN (6), PRI (5), PT (2), PRD (2) PVEM (2), MC (1), Conciencia Popular (1), Nueva Alianza (1) y PES (1). 

La iniciativa que está siendo consensuada, con buenas expectativas, básicamente lo que propone es que la Jucopo local se integre únicamente con los coordinadores de grupos parlamentarios, dejando fuera a las representaciones de un solo legislador. 

Si la idea prospera en el pleno, donde se presentará en fecha no muy lejana, se quedarían sin acceso a la Jucopo los diputados que no representan a nadie más que a ellos mismos: Eugenio Govea, de Movimiento Ciudadano; Oscar Vera, de Conciencia Popular; Martha Barajas García, del Panal, y Mario Lárraga Delgado, del PES.

La pertenencia a la Jucopo es muy ambicionada porque ahí se deciden todas las cuestiones financieras y porque sus integrantes tienen de entrada algunos privilegios especiales, como ciertas compensaciones económicas,  mejores vehículos, más asesores o asistentes, etcétera.

Si la reforma se logra, quedarían únicamente seis integrantes en la Junta, los representantes de Morena, PAN, PRI, PT, PRD y PVEM, con 23 diputados en conjunto, equivalentes al 85 por ciento del total de legisladores. O sea, con suficiente representatividad para resolver los asuntos de su competencia.

Más allá de los propósitos de equilibrios y racionalidad en la representación, se estarían consiguiendo dos objetivos adicionales nada despreciables: reducir costos de la Jucopo y ahorrar tiempo en sus deliberaciones. Esto último porque no obstante su escasísima representatividad, Govea y Vera tienen hasta la madre a los demás integrantes porque de todo alegan, muchas veces sin razón, solo por el afán de joder; se empecinan en imponer criterios que solo le representan ventaja a ellos y sesiones que podrían durar una hora duran el doble o más por sus necedades.

COMPRIMIDOS

El domingo por la mañana, cuando trascendió que el ex diputado perredista Ricardo Gallardo Cardona se andaba placeando orgulloso y presumido en compañía del coordinador de la bancada mayoritaria de Morena en la Cámara de Diputados, Mario Delgado, de inmediato me vino a la mente una de las genialidades de Andrés Manuel López Obrador, quien un día antes en Chihuahua dijo “Merecen más respeto los opositores que los abyectos”. Totalmente de acuerdo.

Al día de hoy, y seguramente seguirá así mucho tiempo, Morena no tiene en San Luis Potosí peor ni más formidable enemigo que a sí mismo. Por lo pronto, la defenestración de doña Marcelina Oviedo Oviedo de la Oficialía Mayor fue acordada en la Jucopo (deberá concretarse hoy en el pleno) con los votos morenistas ahí representados. El error de doña Marcelina no fue pelearse con la presidenta de la mesa directiva o con legisladores de otros partidos; su error final fue entrar en conflicto con su compañera de partido, la diputada Alejandra Valdez Martínez.

Seguramente insuflado de fervor priísta en el marco del 90 aniversario del otrora partidazo, el gobernador Juan Manuel Carreras refrendó públicamente su militancia tricolor y se animó a asegurar que el PRI retendrá la gubernatura en el 2021. Bienvenidas estas expresiones de lealtad partidista pero ¿Y el Caco? La pregunta vale porque el secretario general de gobierno, que a veces muestra más perspicacia y poderío políticos que el propio mandatario, un día sí y otro también opera en contra del Revolucionario Institucional. No vaya a ser juego perverso a valores entendidos, Ya sabe usted: “Caco, yo me baño de priísmo y tú sigue viendo la manera de joderlo”.

Lo más seguro es que se acabe el sexenio, el siglo y el milenio sin que haya información oficial sobre el supuesto atentado contra el célebre Mijis, pero los trascendidos siguen apuntando en el mismo sentido: todo fue un montaje, una farsa balín. A ver qué otra cosa se le ocurre de rato para volver a aparecer en los principales medios de comunicación a nivel nacional. ¿Un intento de suicidio porque la política lo trata mal? Es capaz.

Hasta el próximo jueves.