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Con plagios, arma gobierno programa oficial

Por Jaime Hernández

Enero 23, 2022 03:00 a.m.

Víctor Frankentstein desafió a la naturaleza al armar, con pedacería de cadáveres, un monstruo aterrador, nos cuenta esa obra maestra del terror que debemos a Mary Shelley.

De esa misma manera, la Secretaría de Finanzas del gobierno de Ricardo Gallardo Cardona desafío a la lógica, y quizá a la ley, al diseñar y publicar un Programa Estatal de Infraestructura que es un franco plagio de diversos documentos ajenos, que ya fueron publicados con anterioridad.

Como al mítico monstruo, a dicho documento se le notan las costuras a kilómetros de distancia. Pero si en la novela nunca se conoce el origen de los pedazos con los que se armó esa criatura, en el caso del “Frankenstein” gallardista sí es posible rastrear el origen de las piezas.

La dependencia a cargo de Salvador González Martínez “exhumó” partes del Plan Estatal de Desarrollo 2015-2021, del repudiado gobierno de Juan Manuel Carreras López y del Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018 del gobierno de Enrique Peña Nieto.

“Desenterró” también retazos del Plan Estatal de Infraestructura 2017-2021 de Sinaloa, emitido durante el recién terminado sexenio de Quirino Ordaz, que quién sabe si se convierta en embajador mexicano ante España.

Y como cualquier estudiante de secundaria, la dependencia estatal también recurrió a Wikipedia para “robarse” dos párrafos de la entrada del Parque Tangamana I.

El carácter “antinatural” de la criatura de Finanzas no sólo va contra su honestidad intelectual, puesta en duda por el plagio en sí mismo, sino es posible que vaya contra la legalidad.

Porque de acuerdo a las normas sobre planeación del estado, el documento primordial es el Plan Estatal de Desarrollo, del cual se derivan los programas instrumentadores, como el PEI.

El problema es que el gobierno gallardista aún no tiene Plan Estatal de Desarrollo, pues aún está siendo tramitado en el Congreso del Estado.

Como el monstruo de Frankenstein, el PEI no tiene padre.

EL TIEMPO SE DETUVO

La primera incongruencia del PEI gallardista aparece en la página 5 del documento, en una gráfica que describe la estructura de la planeación gubernamental en San Luis Potosí.

La encabeza la leyenda “Plan Estatal de Desarrollo 2015-2021”. El gobierno de Gallardo Cardona gobierna para el periodo 2021-2027.

Pero el periodo incorrecto no aparece sólo ahí. Se repite en un encabezado de sección “Visión y principios del Plan Estatal de Desarrollo 2015-2021” y de nuevo en el párrafo que abre esa sección: “El Plan Estatal de Desarrollo 2015-2021 se sustenta en los valores republicanos y democráticos de nuestra historia…”.

¿Por qué se hace referencia al periodo de la administración anterior? Simplemente porque se trata de un documento del anterior gobierno.

El 41 por ciento del texto del PEI gallardista, según una medición hecha con la herramienta WCopyFind, utilizada para detectar la copia de textos, generalmente de corte académico, es una repetición integra, párrafo por párrafo, del Plan Estatal de Desarrollo 2015-2021, publicado en abril de 2016 por el gobierno de Juan Manuel Carreras López y de los planes sectoriales derivados de éste.

El gráfico al que se hizo referencia aparece, precisamente, en cada uno de los 6 planes sectoriales que emitió el gobierno carrerista, uno por cada eje de desarrollo.

No es el único. El  PEI de 2021 repite once gráficos y tablas que ya habían sido publicadas en el PED de la anterior administración.

El “reciclaje” de un documento de la administración pasada provoca un escenario sorprendente: un programa gubernamental de 2021 que maneja cifras que tienen 5 años de atraso.

En efecto, las estadísticas del PED carrerista también aparecen en el documento gallardista. Los datos citados en el texto y las gráficas plagiadas del carrerismo no pasan de 2016.

Para muestra, el PEI de 2021 habla de una población estatal de dos millones 717 mil 820, cuando, de acuerdo al censo de 2020, ya somos más de dos millones 822 mil habitantes.

Para el gobierno gallardista, 104 mil 180 potosinos no existen.

 

SIN COVID NI GUARDIA CIVIL   

Otra anomalía generada por ese “congelamiento” temporal es que los proyectos de infraestructura mencionados en el programa corresponden todos al sexenio anterior.

Entre otros, se mencionan como “proyectos estratégicos” los brazos viales del Distribuidor Juárez, los muesos de Leonora Carrington en la capital y Xilitla, el bulevar San Luis, el Sendero del Capitán, el Teatro Polivalente del Centro de las Artes, el Hospital de Los Hernández, el Programa de inversión zona Metropolitana 2019 (¡!), la rehabilitación y modernización de las calles de Guerrero y Carranza, el Dren Central del bulevar Río Santiago, los parques de Matehuala y Rioverde y algunos Centros de Justicia Penal.

Todos estos proyectos fueron desarrollados e incluso concluidos en el gobierno de Carreras López.

Incluso aparecen obras cuestionadas abiertamente por el actual gobierno por considerar que hubo corrupción, como la Red Metro, el sistema de videovigilancia del C5 y la presa de La Maroma, que, además, fueron cancelados.

La discrepancia temporal provoca situaciones como que, aunque está en vigor desde 2014, el Sistema de Justicia Penal siga siendo “nuevo”, que se maneje una Procuraduría General de Justicia, cuando desde junio de 2017 se haya transformado en Fiscalía.

En cambio, hay una omisión mayúscula: en ninguna parte del documento se hace referencia a la pandemia de coronavirus ni su impacto en las finanzas o en la infraestructura pública. Obvio, se debe a que en 2016, nadie imaginaba una pandemia.

Tampoco hay menciones en el PEI de proyectos torales del gobierno gallardista: no se habla de la remodelación del parque Tangamanga I. No hay alusiones a la trascendental reforma a las corporaciones de seguridad pública, que dará vida a la Guardia Civil, u otras acciones como el “equipo Swat”. Y de los nuevos hospitales que, en campaña, Gallardo Cardona prometió para los municipios, ni una palabra.  

EL JUEGO DE LOS NOMBRES

Pero en el PEI gallardista no sólo está la impronta de Carreras López. La Secretaría de Finanzas debe, de manera íntegra, la sección denominada “Diagnóstico a los gobiernos del sinaloense Quirino Ordaz y de Enrique Peña Nieto.

Las poco menos de tres páginas que integran ese apartado son una mezcla del Plan Estatal de Infraestructura del anterior gobierno de Sinaloa y del Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018.

Si con el PED de Carreras, el gallardismo usó cifras de 2016, con el programa de EPN, publicado en 2014, se fue más atrás, pues no tiene cifras posteriores a 2013. Así lo demuestran las dos gráficas que plagia el documento del gobierno potosino.

Pero ni eso, ni que en ninguna parte del texto se mencionara al estado pareció importarles a los diseñadores del documento.

En los once párrafos que Finanzas tomó del documento sinaloense y los ocho del programa peñanietista, solo hay dos cambios.

Uno es la alusión al periodo 2017-2021 del gobierno de Quirino Ordaz, que fue cambiado a 2014-2021, para que cuadrara con el caso potosino.

Y en el otro, en un párrafo que reza así: “En los últimos años las obras de infraestructura en Sinaloa proyectan la ausencia de una planeación estratégica…”, sólo se sustituyó el nombre del estado norteño por el de San Luis Potosí.

WIKIPEDIAZO

El plagio restante en el PEI no carece de candor. En la página 20 aparecen dos párrafos referentes al parque Tangamanga I.

Aluden a la extensión (“se considera el segundo parque urbano más grande de México”), a su origen (“cuenta con dos lagos y árboles que fueron plantados a mediados de los años 1980”)  e incluso a la historia de su nombre (“el vocablo es de origen tarasco y significa "estaca enhiesta”).

El estilo didáctico de esta redacción parece inadecuado en un documento gubernamental.

Pero se explica porque son parte de la entrada correspondiente al parque potosino en la Wikipedia.

Como cualquier estudiante desesperado por una tarea incompleta, la Secretaría de Finanzas acudió a la vieja confiable: Wikipedia.

UN PASTICHE  

¿Qué se puede esperar de un documento elaborado con base en cuatro documentos distintos? Pues un texto inconexo, con saltos lógicos y discrepancias evidentes. Y eso es, precisamente, el PEI gallardista.

En el caso del Diagnóstico, plagiado de Sinaloa y Peña Nieto, el apartado liga siete párrafos del documento norteño, luego salta al documento de Peña Nieto, del que plagia 8 párrafos de referencias internacionales y a estadísticas de 2012, y cierra de nuevo con cuatro párrafos del plan sinaloense.

En cuanto a la parte plagiada al PED carrerista, Finanzas no se preocupó por darle orden e hilación.

Entremezcla los ejes estratégico y comete omisiones obvias en el listado de estrategias y acciones.

Un ejemplo: en la página 17, al mencionar los objetivos del eje 2, San Luis Incluyente, enlista “D. Mejorar la calidad de los espacios educativos; E. Preservar y difundir el Patrimonio Cultural, garantizando el acceso a toda la población, con la participación social y privada; F. Impulsar una agenda para vincular educación, cultura y deporte como bienes y servicios al alcance de todos los potosinos”.

El documento omite cualquier alusión a los objetivos A, B y C, que si aparecen en el documento carrerista.

Por lo que respecta a las estrategias, pasa lo mismo. En esa misma página, al hablar de estrategias, menciona las identificadas como D.1, E.2 y F.1, cuando en el PED del sexenio anterior menciona cinco.

Y mientras que el Plan de Carreras López presentaba un orden en las menciones a los ejes estratégicos, que engloban la prosperidad, inclusión, sustenatbilidad, seguridad y buen gobierno que son 5. y a sus vertientes, que suman 23, el programa gallardista prescinde de esas reglas y entremezcla los ejes, omitiendo uno, el de Buen Gobierno, y no hace distinción entre vertientes, que, además minimza.

Esto se refleja en que mientras que el PED del sexenio anterior tiene 72 páginas, el programa de este gobierno sólo tiene 23.

   

EL HUEVO Y LA GALLINA

Más allá de sus retorcidas formas, este Plan Estatal de Infraestructura adolece de una importante contradicción de fondo: se adelantó un paso al calendario legal, y por ello, pone su existencia legal en duda.

La Ley de Planeación del Estado y los Municipios de San Luis Potosí fundamenta esa labor de gobierno, definiendo tareas y asignando funciones.

Y el pilar de todo el sistema, dicta el artículo 4, es el Plan Estatal de Desarrollo, denominado “instrumento rector” en ese apartado.

“Con base en él”, sigue el artículo, “se elaborarán los demás instrumentos de la planeación del desarrollo estatal, tales como planes municipales, programas regionales, sectoriales, especiales e institucionales, incluyendo el Programa Estatal de Infraestructura contemplado en la Ley de Asociaciones Público-Privadas en Proyectos para la Prestación de Servicios del Estado y Municipios de San Luis Potosí”.

Entre otros proyectos que el gobierno potosino tiene contratados bajo esta figura, también conocida como APP, está el acueducto El Realito, la planta tratadora del Tanque Tenorio y la cárcel de Valles. Los tres tienen la característica común de que han sido fuentes de gran endeudamiento para las arcas estatales.

Precisamente la Ley de APPs regula el PEI, señalando que cualquier proyecto de las dependencias públicas bajo esta figura, debe ceñirse a los lineamientos del programa.

La Ley regula, según su artículo 1, la “planeación, programación, presupuestación, autorización, adjudicación, contratación y ejecución y control de los proyectos de prestación de servicios”.

Sin un Programa Estatal de Infraestructura actualizado, no habría nuevas APPs.

Pero como ya se menciono, el PEI debe instrumentarse a partir del Plan Estatal de Desarrollo. El problema está en que no existe tal plan todavía.

Esta administración inició las consultas ciudadanas obligadas en octubre. Ricardo Gallardo lo entregó al Congreso en los últimos días de diciembre de 2021 “para su dictamen, aprobación y posterior presentación y publicación en el Periódico Oficial”, según el boletín oficial.

Pero el PED gallardista no ha sido aprobado aún por el Congreso, o al menos no se sabe de eso públicamente. Por ende, no ha sido publicado en el Periódico Oficial del Estado para que cobre vigencia. En la página del órgano informativo estatal no aparecía hasta ayer.

De acuerdo al artículo sexto de la Ley de APPs, el PEI deberá darse a conocer “dentro de los 180 días posteriores a la publicación del Plan Estatal de Desarrollo en el Periódico Oficial del Estado”.

Así, la Secretaría de Finanzas obró el milagro: tiene la gallina sin ningún huevo de por medio.  

Las ligas a los documentos de los cuales la Secretaría de Finanzas extrajo partes para formar el Plan Estatal de Infraestructura son

Plan Estatal de Desarrollo 2015-2021

https://slp.gob.mx/secult/SiteAssets/Plan-Estatal-de-Desarrollo-2015-2021-(23-MAR-2016).pdf

Plan Nacional de Infraestructura 2014-2018

http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5342547&fecha=29/04/2014

Plan Estatal de Infraestructura 201

Sinaloa

https://media.transparencia.sinaloa.gob.mx/uploads/files/1/PROGRAMA%20ESTATAL%20DE%20INFRAESTRUCTURA%202017-2021_MODIFICADO11.pdf

Wikipedia

https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_Tangamanga_I