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En medio de la contingencia sanitaria de la Covid-19, decenas de niños, sobre todo indígenas, se dedican a vender golosinas o hacer malabares en diferentes cruceros viales de la ciudad, a fin de recaudar unas monedas.
La presencia de los infantes se localiza en diversos puntos de la capital potosina, por ejemplo, al oriente se ubican en los cruces con el bulevar San Luis o avenida Benito Juárez, uno con la calle Granate y otro con la avenida José de Gálvez.
En el Centro Histórico capitalino varía su ubicación, pues en ocasiones las personas menores de edad se sitúan en los cruceros de la calle Reforma con Venustiano Carranza o Álvaro Obregón, haciendo malabares con pelotas u otros objetos.
Si bien sus giros comerciales se concentran en venta de mazapanes, chicles y chocolates, otros niños portan cartulinas donde lucen leyendas alusivas al ambulantaje, y que por ello, sus familias se han visto afectadas por la pandemia.
En un recorrido, se detectó que en el primer cruce referido los menores de edad realizan las actividades de pedir dinero “vigilados” por su madre, quien regularmente está sentada debajo del puente vehicu-
lar observándolos.
Ciudadanos y trabajadores que circulan por vialidades antes y después de laborar, se dijeron tristes, desconsolados y melancólicos por ese tipo de escenas, toda vez que durante las recientes lluvias pudieron observar a los infantes descalzos en medio de los charcos de agua, ofertando sus productos.
