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El “heno motita” en San Luis Potosí ¿ES UNA PLANTA PARÁSITA DEL MEZQUITE?

Por Redacción

Septiembre 04, 2022 03:00 a.m.

A

Dr. Joel Flores

Investigador de la División de Ciencias 

Ambientales, IPICYT

El “heno motita” es también conocido como “paixtle bola” y su nombre científico es Tillandsia recurvata. Se distribuye principalmente en zonas semiáridas desde el sur de los Estados Unidos hasta Argentina. Esta planta pertenece a la familia Bromeliaceae, cuya especie más conocida es la piña (Ananas comosus). Sin embargo; a diferencia de la piña que es una planta terrestre, el heno motita es una planta epífita; es decir, que se desarrolla sobre las ramas de otras plantas que sirven como hospederas (llamadas forofitos). El heno motita se alimenta a través de las hojas que están cubiertas de tricomas o pelos especializados para colectar agua y nutrientes del ambiente, por lo que puede vivir sobre hospederos vivos o inertes, orgánicos o inorgánicos (razón por la cual se le puede encontrar inclusive en cables de transmisión de energía eléctrica). 

El heno motita tiene fotosíntesis nocturna, cierra sus estomas durante el día para no perder humedad y los abre de noche; esta adaptación le permite conservar humedad por largos períodos, aún tirada en el suelo. Por otra parte, su reproducción es en forma sexual (por semillas) y asexual (por hijuelos), por lo cual tiene la capacidad de desarrollar nuevas plantas a lo largo y ancho de los troncos principales y de ramas de sus árboles hospederos.

Se considera que las epífitas, a diferencia de las parásitas, no absorben agua ni nutrientes de las plantas hospederas, pues lo toman del medio ambiente. Esta planta epífita tiene importantes funciones ecológicas en su hábitat natural, por ejemplo, es el hábitat y alimento de muchos insectos, aves, roedores y otros artrópodos. Además, al morir y caer al suelo fija nitrógeno atmosférico.

El heno motita es una epífita que se reproduce mucho en zonas áridas y semiáridas de México, presentándose principalmente en árboles de mezquite (Prosopis laevigata), especie de alta importancia ecológica y económica. Desde hace algunos años se ha visto que esta especie tiene efectos perjudiciales directos sobre sus plantas hospederas como el mezquite, comportándose como parásitas al hacer daño a sus forofitos. Debido a lo anterior, es considerado por CONAFOR, SEMARNAT y SAGARPA como “plaga” en los estados del centro y noreste del país. Específicamente, se ha encontrado que en las zonas Altiplano y Centro de San Luis Potosí, el heno motita tiene una biomasa de hasta 0.4 toneladas por hectárea en las ramas de los mezquites y esto ha causado alta mortalidad de brotes, ramas y hasta de individuos completos.

En investigaciones realizadas por mi grupo de investigación encontramos que las raíces de este heno motita obstruyen el xilema, el floema y la peridermis, modificando así la anatomía de las ramas de los mezquites en donde se desarrollan. A su vez, estas modificaciones estructurales afectan el flujo de agua en el xilema y, por lo tanto, afectan de manera negativa a la eficiencia cuántica efectiva del fotosistema II de las hojas; es decir, disminuye la capacidad de los mezquites para tolerar el estrés ocasionado por el heno motita. Además, el efecto negativo de este heno en la fisiología y la anatomía de los mezquites es aún más fuerte en la época de secas. Por otra parte, entre más grandes estén las plantas de heno motita mayor es el daño anatómico ocasionado en las ramas de los mezquites. El heno motita no absorbe agua ni nutrientes de sus hospederos, pero sí modifica el flujo de agua en las ramas el cual es de suma importancia en los procesos fotosintéticos, por lo que se considera como “parásita estructural” de los mezquites.

Varios investigadores han demostrado que las fuertes infestaciones de heno motita en los mezquites pueden causar otros daños; por ejemplo, una alta densidad de plantas de heno motita da mucha sombra a otras ramas lo cual provoca que el hospedero no realice la fotosíntesis de manera adecuada; el peso de las plantas de heno causa daño en las ramas; disminuye la producción de rebrotes y, en general, debilita al arbolado.

Otro hallazgo importante encontrado por mi grupo de investigación en el heno motita en San Luis Potosí es que presenta “viviparidad”, fenómeno que implica la germinación de las semillas dentro de los frutos. Es decir, en lugar de semillas dentro de los frutos, lo que se encontró fueron plántulas, las cuales tienen mayor capacidad para establecerse que las semillas. Esto podría ser una explicación del por qué se ve cada vez más el desarrollo de plantas de heno motita en los mezquites y algunas otras plantas de la región. Sin embargo; en otra investigación en la que se evaluó la capacidad de las plántulas del heno motita para tolerar el calentamiento inducido en las ramas durante dos años, se encontró que dicho calentamiento redujo el crecimiento y la supervivencia de las plántulas con respecto a las que no tuvieron calentamiento. Así, en un futuro se esperaría que, por efecto del incremento de las temperaturas, disminuyera la densidad de individuos de heno motita en los árboles. Es decir, el calentamiento global afectaría al heno motita, lo cual ayudaría a que las especies que funcionan como sus hospederas presenten menor densidad del heno motita en sus ramas.

En los últimos años se han registrado temperaturas más altas que las “normales” en San Luis Potosí, pero este aumento no ha sido suficiente como para dañar a las poblaciones de heno motita y controlar su expansión. Tampoco podemos esperar a que incrementen más las temperaturas para ver si ocurre menor crecimiento y mayor mortalidad en el heno como lo encontrado en los experimentos. Lo ideal sería controlar las poblaciones del heno motita presentes en las especies nativas hospederas. 

¿Cómo se podrían controlar las poblaciones del heno motita? Según investigaciones realizadas por el INIFAP, la poda de ramas infestadas y su posterior quema parece ser un buen tratamiento para el control del heno motita. Sin embargo; el costo de tratamiento por árbol es un tanto caro. Un tratamiento más económico e igual de efectivo es el uso de varilla corrugada de 3/8 de pulgada de diámetro y de 2 a 3 metros de largo, doblando la punta de dicha varilla para formar así un gancho con el cual se extraen las plantas de heno motita. Una manera más de controlar esta “plaga” es con un tratamiento químico en mochila, aplicando 1 kg de bicarbonato de sodio por mochila disuelto en 15 litros de agua (66 g/l), aunque este es un tratamiento más caro que los anteriores.

Con los primeros dos tratamientos se extraerían las plantas y se les podría dar algún uso, aprovechando que se conocen una serie de beneficios. Sin embargo; es importante tomar en cuenta los procedimientos, criterios y especificaciones que la NOM-011-SEMARNAT-1996 establece para realizar el aprovechamiento, transporte y almacenamiento del heno y otras especies forestales no maderables. 

Los principales usos del heno motita son como composta, para eventos ceremoniales y tradicionales (en los nacimientos) y como medicina alternativa debido a que se le han atribuido propiedades para combatir diversas enfermedades, aunque se requieren estudios más a fondo para corroborar tales propiedades. Sus principales usos medicinales son para aliviar problemas respiratorios como tos, asma y bronquitis; antiabortivo; contra el dolor de espalda; para quemaduras en la piel; sífilis; calentura; comezón del cuerpo; dolor de muelas y como diurético. 

Una importante propiedad medicinal que se ha empezado a estudiar es la capacidad de los extractos con base en el heno motita para curar tumores cancerígenos. Se ha encontrado que los extractos de cloroformo, metanol y agua del heno motita han mostrado citotoxicidad contra varias líneas celulares de cáncer humano; es decir, que tiene buenas propiedades para curar ciertos tumores cancerígenos. En el 2008, el Dr. Henry Lowe patentó en los EU un extracto anticancerígeno con base en el heno motita.

 También se le utiliza en obras de retención de suelo y agua, como sustrato para producir hongos comestibles e inclusive para elaborar champú para el cabello y como forraje alternativo para el ganado caprino. Se utiliza además para transportar objetos delicados actuando como amortiguador de golpes, para construcción de nidos de gallinas y como bioindicador de la contaminación ambiental.

En conclusión, el heno motita es una especie que, aunque se considera que no es parásita porque no consume agua y nutrientes de sus hospederos, es una parásita estructural en los mezquites debido a los daños anatómicos y fisiológicos que ocasiona a las ramas. Se recomienda el control de sus poblaciones y el aprovechamiento sostenible de las plantas eliminadas de los árboles.

El Dr. Joel Flores es Investigador de la División de Ciencias Ambientales del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT), puedes contactarlo en el siguiente correo electrónico: joel@ipicyt.edu.mx

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