Entre lluvia y viento, visita a los altares
Una tarde fresca, de viento y lluvia, puso en aprietos a los feligreses que acudieron a la visita a los siete altares. También los vendedores de los folletos impresos de las oraciones para cada templo, se resguardaron por instantes de la lluvia.
Para prevenir incidencias, la Policía Vial cerró la mayor parte de las calles del centro y aún así, algunos automovilistas burlaron la vigilancia y se introdujeron a las calles que permiten conectar un templo con otro.
Sin embargo, el Centro Histórico permaneció repleto de turistas y visitantes de los altares.
La visita a los siete altares significa el preámbulo de la pasión de Cristo, que cada jueves por la noche concluye en el barrio de San Juan de Guadalupe de la capital potosina, con la representación de la Última Cena.
Para el caso de los feligreses, su aportación a la conmemoración es una serie de rezos que dan cuenta de los pasajes de la Pasión de Cristo desde su arresto hasta su milagrosa resurrección.
Conforme avanzaba la tarde, se acumulaban las filas de creyentes en los templos para entrar a las iglesias y el centro se llenaba poco a poco de visitantes.
no te pierdas estas noticias