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Las principales plazas públicas y calles del Centro Histórico capitalino, considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, este domingo amanecieron sucias, debido a la presencia de decenas de residuos plásticos y de papel.
Si bien la suciedad evidenciada en la vía pública denota la falta de cultura cívica de algunos “ciudadanos”, el gobierno municipal tampoco realizó labores de limpieza, que de forma regular lleva a cabo por la madrugada.
Por ejemplo, las plazoletas de El Carmen y de Armas lucieron con papeleras rebosantes de basura de todo tipo, bolsas de frituras embarradas con salsa, vasos de unicel con residuos de elote con chile.
Asimismo, los maceteros y espacios donde había arboles sirvieron como “espacios ideales” para que no se notara la ubicación de botellas de refresco de plástico, vidrio, colillas de cigarrillo y charolas de unicel.
Turistas y visitantes que transitaban por las calles del primer cuadro de la ciudad no pudieron desechar pedazos de servilleta o envases de vidrio, pues los botes para basura estaban copados de desechos.
La basura se sumó a los residuos fecales de perros, sobre todo en el pasaje Zaragoza, donde los propietarios que sacan a pasear a sus mascotas dejan las heces en la calle, en lugar de recogerlas y desecharlas en los cestos.
Comerciantes señalaron que el sábado por la noche se realizó un concierto de música barroca en la Catedral Metropolitana, misa en ese templo, así como pruebas de la proyección de imágenes en la fachada del Palacio Municipal.
Jesús Carlos Cabrero Romero, arzobispo de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, dijo que los manifestantes ubicados a las afueras de los Palacios Municipal y de Gobierno del Estado, en “algo” contribuyeron a la mala imagen de la vía pública. “Yo creo que las manifestaciones son independientes. Si se lucha por derechos y obligaciones…las situaciones por la que ellos protestan eso es una cosa, pero el que abusen del lugar maltratando los edificios, tirando basura o pintando no creo que eso remedia su protesta”, declaró.
