“Play”, ahora un gimnasio

Compartir:

A-AA+

A más de siete años del presunto feminicidio de Karla Pontigo Lucciotto, al interior del entonces bar “Play”, ahora aquellas instalaciones lucen una fachada totalmente distinta, que esconde la trágica madrugada del domingo 28 de octubre del 2012. 

Hoy decenas de personas entran y salen de un gimnasio y de una agencia de viajes, muchos o quizá todos, sin saber que ahí se cometió un probable delito, considerado por la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) como homicidio culposo o accidental, hipótesis que ha quedado sepultada por la Corte ante la reciente reapertura de la investigación.

El anuncio en letras mayúsculas de color rojo con la leyenda “PLAY” dejó de existir en la arquitectura del que en esos años era de los antros más visitados por la juventud capitalina, a lucir ahora publicidad de cómo fortalecer el organismo y disfrutar unas vacaciones por el mundo.

La ciudadanía residente de la zona no lo menciona, pero quienes pasan por ahí en el camión de transporte urbano, en el carro particular o los estudiantes que transitan a pie susurran “‘ahí mataron a una chava que se llamaba Karla’”.

El inmueble que entonces era propiedad de Jorge N., presunto culpable de la muerte de la joven estudiante de Nutrición, ha pasado de estar olvidado, grafiteado, útil para diversos negocios y actualmente a ser usado como gimnasio y agencia de viajes.

La vida de Pontigo Lucciotto no regresará, pero el reciente pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que la Fiscalía General del Estado (FGE) indague el deceso como feminicidio, abre la puerta para que su familia, amigos y seres amados encuentren el acceso a la verdad y a la justicia.