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Pese a la advertencia de la Secretaría de Salud estatal (SSA) de que quien continúe saliendo a la calle, podría ser uno de los próximos pacientes hospitalizados con COVID-19 o morir, cientos de ciudadanos capitalinos mantuvieron presencia dominical en el Centro Histórico.
En diferentes puntos del primer cuadro de la ciudad, padres de familia acompañados de sus hijos salieron a pasear, comprar un helado, adquirir alguna prenda de vestir –en algunos comercios abiertos- o violentar la cinta de acordonamiento colocada en bancas de plazas públicas. Aunado a ello, algunos adultos con obesidad y sobrepeso –que son factores de riesgo para presentar complicaciones en caso de enfermas por COVID-19-, así como parejas, dejaron de lado la sana distancia y se movilizaron abrazados, tomados de la mano
y besándose.
Por ejemplo, un padre y una madre, quienes llevaban a su bebé en una carriola, transitaron por varias calles sin protección de cubrebocas, tanto para ellos como para su vástago, pese a que la autoridad sanitaria ha sido reiterativa al respecto. Si bien algunos no portaban cubrebocas, otros cumplieron con la recomendación, inclusive traían el mismo y también una careta protectora, guantes, además de guardar la sana distancia entre sí. En días anteriores, la citada dependencia reportó incremento de movilidad entre el 11 y 17 de abril, sobre todo de recreación y esparcimiento con un alza porcentual de 13 por ciento, es decir, personas que salen a correr, pasear al perro o ir a visitar a conocidos en las inmediaciones del lugar de residencia.
