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Ciudad de México.- El ingreso por persona en México que se tenía antes del impacto de la pandemia del Covid-19 tardará más de una década en recuperarse, calculó el área de estudios económicos de CitiBanamex.
“La perspectiva de en qué momento volveremos al PIB que teníamos antes de la pandemia prevemos que esto se dé hasta 2025 y si lo vemos en términos per cápita estamos hablando de 2030 o 2031.
“Va a ser un sexenio perdido en términos macroeconómicos y si lo vemos desde el punto de vista per cápita por el tamaño de la población, básicamente puede tomar una década para volver a los niveles de PIB que teníamos previos a la pandemia”, dijo el director de estudios económicos de CitiBanamex, Adrián de la Garza.
Al dar a conocer sus perspectivas de cierre de año y las previsiones de 2021, la firma financiera detalló que en 2019, el PIB per cápita en México alcanzaba los 9 mil 940 dólares y ante el golpe de la pandemia, se redujo hasta 7 mil 790 dólares en 2020 y tendrá un ligera recuperación a 7 mil 980 dólares en 2021.
La institución informó que al cierre de 2020, la pandemia dejará una pérdida de 900 mil plazas laborales, de las cuales sólo se recuperarán 400 mil para el próximo año.
CitiBanamex destacó que además se debe considerar que históricamente hay una destrucción de empleos en diciembre, lo cual se debe a factores estacionales, lo que hará que el país tenga una lenta recuperación laboral.
De acuerdo con la firma financiera, la economía mexicana tendrá una caída de 11.2% al cierre de 2020 y espera un crecimiento de 4.1% el año próximo.
Además del riesgo sanitario que prevalece a la espera de una vacuna para el Covid-19, Citibanamex considera que otro factor que preocupa es la situación financiera de Pemex, así como un escenario de morosidad en empresas ante la posibilidad de que no cuenten con recursos para pagar sus deudas.
Para el economista en jefe de la institución, Sergio Luna, el presupuesto 2021 tiene un escenario optimista, en el que la clave será promover un escenario de certidumbre que incentive la presencia de inversión.
“Son supuestos optimistas en términos del PIB y de la plataforma de producción petrolera. De no cumplirse, el impacto en términos de generación de ingresos haría una circunstancia más complicada”, explicó.
