Jefa de despacho Susie Wiles critica gestión de Pam Bondi
Las críticas de Susie Wiles y su visión sin adornos desatan una crisis en la Casa Blanca. Detalles impactantes aquí.

WASHINGTON (AP) — Susie Wiles, la discreta pero influyente jefa de despacho del presidente Donald Trump, criticó la gestión de la secretaria de Justicia Pam Bondi en el caso de Jeffrey Epstein y ofreció una visión sin adornos de su jefe y su círculo cercano en una serie de observaciones publicadas el martes en Vanity Fair que no tardaron en causar conmoción en Washington y llevaron a la Casa Blanca a entrar en modo de control de daños.
Las sorprendentes declaraciones de Wiles, la primera mujer en ocupar su puesto actual, incluyen una descripción del presidente como alguien con "una personalidad de alcohólico" y al vicepresidente JD Vance como un calculador "conspiranoico". Las observaciones de Wiles, quien rara vez da declaraciones públicas dado el carácter de su trabajo en la Casa Blanca, plantearon dudas sobre si podría estar por dejar su puesto.
Wiles respondió tras la publicación del artículo, al cual calificó como un "ataque malintencionado" que carecía de contexto, mientras que la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que "todo el gobierno está agradecido con su constante liderazgo y la respalda por completo".
En cuanto a Trump, el presidente declaró al New York Post que no había leído el artículo. Cuando se le preguntó si seguía confiando en Wiles, respondió: "Oh, ella es fantástica".
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Trump también estuvo de acuerdo en que tiene la personalidad de un alcohólico, describiéndose a sí mismo como alguien con "una personalidad muy posesiva".
Un alto funcionario de la Casa Blanca, quien habló bajo condición de anonimato a cambio de brindar un panorama interno de la situación, desestimó la idea de que Wiles pudiera dejar su cargo a causa de la publicación, diciendo que si se sintieran afectados por una cobertura noticiosa negativa, "ninguno de nosotros trabajaría aquí".
La franqueza de Wiles fue tan inusual que Rahm Emanuel, quien se desempeñó como jefe de despacho del expresidente Barack Obama, dijo que la primera vez que leyó los comentarios pensó que se trataba de una parodia. Añadió que no podía recordar a un jefe de despacho que hubiera dado una entrevista tan sincera, al menos "no mientras ostentas el cargo".
Emanuel dijo que el puesto a menudo implica hacer declaraciones públicas que promuevan la agenda del presidente, pero no compartir opiniones personales sobre "todo y todos" en la Casa Blanca.
Su consejo para Wiles: "La próxima vez que haya una comida, lleva a alguien para que la pruebe primero".
La franqueza de la "dama de hielo"
Las entrevistas con Vanity Fair fueron en sí mismas poco características de Wiles, quien forjó su reputación como alguien que trajo orden al estilo caótico del presidente y se alejó de los reflectores a tal grado que durante la fiesta de la noche electoral de Trump en 2024, rechazó el micrófono en repetidas ocasiones mientras Trump intentaba persuadirla para se dirigiera a la multitud.
"A Susie le gusta quedarse un poco en el fondo", dijo Trump, quien la ha llamado repetidamente la "dama de hielo".
La mayoría de los miembros de su gabinete, así como funcionarios actuales y anteriores de la Casa Blanca, publicaron declaraciones en las que elogiaron a Wiles y arremetieron contra los medios noticiosos a los que calificaron de deshonestos.
Pero ni Wiles ni los miembros del gobierno que salieron el martes en su defensa cuestionaron algún detalle de la publicación, incluidas las áreas en las que reconoció errores y pareció contradecir la justificación oficial del gobierno para atacar a barcos que presuntamente contrabandean drogas frente a las costas de Venezuela.
Aunque el gobierno ha dicho que la campaña tiene como objetivo frenar el contrabando de drogas con destino a Estados Unidos, Wiles pareció confirmar que es parte de un esfuerzo por derrocar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, diciendo que Trump "quiere seguir volando barcos hasta que Maduro se rinda".
Wiles contraataca, pero no desmiente
Tras la publicación, Wiles la descalificó como un "ataque malintencionado y engañoso contra mí y el mejor presidente, personal de la Casa Blanca y gabinete de la historia".
"Se pasó por alto un importante contexto, y mucho de lo que yo, y otras personas, dijimos sobre el equipo y el presidente fue omitido de la historia", escribió en una publicación en redes sociales. "Supongo, después de leerlo, que esto se hizo para presentar una narrativa abrumadoramente caótica y negativa sobre el presidente y nuestro equipo".
En una entrevista con el New York Post, Trump dijo que no se sintió ofendido por las declaraciones de Wiles, incluida su descripción de él como alguien con "una personalidad de alcohólico" que ella reconoce de su padre, el famoso comentarista deportivo Pat Summerall.
El presidente, quien es abstemio y tuvo un hermano que luchó contra el alcoholismo, dijo: "Lo he dicho muchas veces sobre mí mismo. Tengo la suerte de no ser un bebedor. Si lo fuera, podría muy bien serlo, porque lo he dicho: ¿cuál es la palabra? No posesivo, una personalidad posesiva y adictiva. Oh, lo he dicho muchas veces, muchas veces antes".
En tanto, Vance señaló el martes desde un evento en Pensilvania que no había leído el artículo de Vanity Fair. Sin embargo, defendió a Wiles y bromeó: "Sólo creo en las teorías de conspiración que son ciertas".
"Susie Wiles, tenemos nuestras diferencias. Estamos de acuerdo en mucho más de lo que estamos en desacuerdo, pero nunca la he visto ser desleal al presidente de los Estados Unidos, y eso la convierte en la mejor jefa de despacho de la Casa Blanca que creo que el presidente pudiera desear", destacó Vance.
Su conclusión, señaló, fue que el gobierno "debería dar menos entrevistas a los medios de comunicación convencionales".
La jefa de despacho critica a la secretaria de Justicia
A lo largo de la serie de entrevistas, Wiles describió al presidente detrás de escena muy parecido a como se presenta en público: una figura intensa que piensa en términos generales pero que a menudo no se preocupa por los detalles del proceso y la política. Sin embargo, agregó que no ha estado tan enojado o temperamental como a menudo se deja entrever, aun cuando ella afirmó su implacabilidad y determinación para ir detrás de quienes considera sus enemigos políticos.
Wiles aseguró que gran parte de su trabajo es canalizar la energía de Trump, sus caprichos y los resultados políticos deseados, incluyendo gestionar su deseo de venganza contra sus oponentes políticos, cualquiera a quien culpe por su derrota electoral de 2020 y aquellos que presentaron demandas judiciales contra él después de su primer mandato.
Sobre Epstein, Wiles dijo a la revista que subestimó el escándalo relacionado con el desacreditado financiero, pero criticó duramente la forma en que Bondi manejó el caso y las expectativas del público.
Wiles criticó el manejo del caso por parte de Bondi, remontándose a principios del año cuando distribuyó carpetas a un grupo de influencers en las que no se incluyó nueva información sobre Epstein. Eso hizo que la base de simpatizantes de Trump renovara sus llamamientos para que publicaran los documentos.
"Creo que ella no se dio cuenta en lo absoluto de que ese era un grupo muy específico al que le importaba el tema", dijo Wiles sobre Bondi. "Primero les dio carpetas llenas de nada. Y luego dijo que la lista de testigos, o la lista de clientes, estaba en su escritorio. No hay una lista de clientes, y ciertamente no estaba en su escritorio".
Bondi no abordó las críticas en su comunicado en apoyo a Wiles.
En un momento dado, afirmó que los aranceles que ordenó Trump habían sido más perjudiciales de lo esperado. Reconoció algunos errores en el programa de deportación a gran escala del mandatario y dejó entrever que su campaña de represalias contra quienes percibe como sus enemigos políticos ha ido más allá de lo que ella deseaba en un principio.
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