Preocupa existencia de vaquita marina
La expedición mexicana que vigila a la marsopa avista menos ejemplares este año
CIUDAD DE MÉXICO.- El número de vaquitas marinas de México, una especie en peligro crítico de extinción, avistadas en el Golfo de California ha descendido este año a entre 6 y 8 ejemplares, informaron el martes investigadores del grupo conservacionista Sea Shepherd.
Es posible que algunas de las pocas vaquitas que quedan —la marsopa más pequeña del mundo y el mamífero marino más amenazado— se hayan trasladado a otra parte del Golfo de California, el único lugar del mundo donde habitan. Sin embargo, los datos más recientes no son alentadores.
El año pasado, los expertos de una expedición de avistamiento calcularon que vieron entre 10 y 13 de estos pequeños animales, tímidos y escurridizos durante casi dos semanas de navegación por el Golfo, también conocido como Mar de Cortés.
Este año, el grupo conservacionista Sea Shepherd declaró que una expedición similar realizada entre el 5 y el 26 de mayo pasados sólo avistó una media docena, aunque la búsqueda no fue tan exhaustiva como la del año pasado.
El número de ejemplares se da como un rango porque las vaquitas sólo pueden verse desde lejos con unos prismáticos potentes o al detectar los “chasquidos” que emiten, con lo que hay un margen de error.
En su comunicado, los investigadores mostraron también su preocupación porque “a diferencia de 2023, no se avistaron crías recién nacidas” aunque sí un ejemplar joven y sano.
La mitad de los avistamientos del año pasado se produjeron fuera de una zona de protección exclusiva de las vaquitas, un área fuertemente patrullada en el Golfo donde toda la pesca está prohibida, aunque todavía se realiza ilegalmente, y donde este año se centraron los esfuerzos del equipo de científicos.
Barbara Taylor, la investigadora que lideró el estudio, dijo que aunque los resultados son preocupantes, “el área estudiada representa solo el 12% del área total donde se observaron vaquitas en 2015”. Por ello agregó que se debía extender el área de estudio “utilizando detección acústica para determinar hacia dónde se dirigen”.
Hay planes de hacerlo pero el problema es que los pescadores han empezado a retirar los dispositivos acústicos, que son costosos, y esos datos se pierden. Por eso, solo sería útil repetir la experiencia si hay más vigilancia para evitar esos robos.
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