Áreas Naturales (des)Protegidas

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Primera parte

El proceso de establecimiento de áreas naturales protegidas (ANP´s) en distintos países tiene como antecedente moderno la creación del parque nacional de Yellowstone, en los Estados Unidos, por el entonces presidente Ulysses S. Grant, el 1 de marzo de 1872. Podemos encontrar en la red que Yellowstone tiene numerosas actividades recreacionales, que incluyen alpinismo, acampadas, paseos en bote, pesca y avistamientos de su fauna. Cuenta además con caminos pavimentados que proveen acceso cercano a las áreas de mayor actividad geotérmica, así como a lagos y cataratas. Durante el invierno los visitantes acceden al parque con paseos guiados en los que se usan vehículos para la nieve o motonieve. También es conocido por que era el lugar donde se suponía (con el nombre de Jellystone) habita el Oso Yogui, caricatura infantil con gran éxito en los 70´s y 80´s. 

Costa Rica es todo un caso de éxito. Aproximadamente un 20% del territorio de Costa Rica está constituido por Reservas y Parques Nacionales, incluyendo dos parques declarados “Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO. El acceso a los parques y reservas es sencillo desde cualquier parte del país ya que existe una adecuada red de comunicaciones y carreteras. Ellos han desarrollado al máximo el turismo en esas ANP´s como una fuente de ingresos y a la par protegen un número extraordinario de especies animales y vegetales además de áreas de interés geológico, arquitectónico e histórico. 

En general las ANP´s en sus distintas modalidades han sido consideradas como la mejor alternativa para la preservación de la naturaleza, combatir el cambio climático y la emergencia ecológica. Su carácter de espacios territoriales sometidos a control estatal supone (pero no en todos los casos) el mantenimiento y la protección de los recursos naturales ahí localizados.

En México las ANP´s son zonas del territorio nacional “donde los ambientes originales no han sido significativamente alterados por la actividad del ser humano, o bien que requieren ser preservadas y restauradas”. Por ello su objetivo es “preservar los ambientes naturales representativos de las diferentes regiones biogeográficas y ecológicas y de los ecosistemas más frágiles”, al igual que la utilidad de dichos ambientes en tanto factores que aseguran “el equilibrio y la continuidad de los procesos evolutivos y ecológicos”; “salvaguardar la diversidad genética de las especies silvestres de las que depende la continuidad evolutiva […]; asegurar la conservación y el aprovechamiento sustentable [de los ecosistemas y biodiversidad] del territorio nacional, en particular preservar las especies que están en peligro de extinción, las amenazadas, las endémicas, las raras y las que se encuentran sujetas a protección especial”; “proporcionar un campo propicio para la investigación científica y el estudio de los ecosistemas y su equilibrio”; “proteger los entornos naturales de zonas, monumentos y vestigios arqueológicos, históricos y artísticos, así como zonas turísticas, y otras áreas de importancia para la recreación, la cultura e identidad nacional y de los pueblos indígenas”.

El informe de 2015 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, caracteriza a las ANP´s como fuente imprescindible de servicios ambientales para el bienestar, tanto de la población actual, como para las generaciones futuras, tales como: provisión de agua, captura y almacenamiento de carbono, fortalecimiento en la resiliencia al clima y la posibilidad de desarrollar actividades productivas como la obtención de alimentos y el turismo, entre otros, entonces mitigan los desafíos ambientales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la crisis hídrica, la inseguridad alimentaria y los desastres naturales. 

Ahora bien, para que las ANP´s estén totalmente protegidas requieren de planes y/o programas de manejo. La importancia de estos documentos es que son elementos sistémicos para la preservación y protección de la biodiversidad en las áreas protegidas, porque con ellos se evita la incertidumbre con respecto a los usos y aprovechamientos permitidos y las prohibiciones en las áreas, entre otros aspectos elementales para su conservación. Así, la obligación de formular los programas de manejo constituye una medida encaminada a garantizar el goce y ejercicio del derecho humano a la protección y preservación del medio ambiente, seguridad jurídica, legalidad, incluso la salud y a la vida.

La omisión de los gobiernos federal y estatales, incluso municipales, en la promulgación de programas de manejo de las ANP, coloca al país en un grave riesgo de enfrentar catástrofes ambientales, incumplir tratados internacionales de protección al ambiente y atenta contra los derechos humanos de las comunidades y población en general de las zonas donde se ubican. Esto aunado al abandono gubernamental en las que se encuentran muchas de ellas.

México se comprometió cumplir con la meta 11 de “Aichi” (COP10 realizada en la Cumbre de Nagoya) que establece la protección del 17% de la parte terrestre de su territorio y el 10% de su superficie marina al 2020. Se nos dice que actualmente México protege el 16.16% de la superficie terrestre y el 22.20% de áreas marinas, bajo algún esquema de conservación, federal, estatal o municipal.

¿Será cierto? Y en San Luis Potosí ¿Cómo vamos? En la segunda parte hablaremos de casos concretos.

Delírium trémens.- Impactado aún por lo que ocurre en la CNDH y el perverso interés de prescindir de su autonomía e independencia, tengo la obligación de mencionar que fue gracias a dicha institución que al emitir la Recomendación General 26/2016 ateniente “SOBRE LA FALTA Y/O ACTUALIZACIÓN DE PROGRAMAS DE MANEJO EN ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS DE CARÁCTER FEDERAL Y SU RELACIÓN CON EL GOCE Y DISFRUTE DE DIVERSOS DERECHOS HUMANOS”, es que tuvimos conocimiento del propósito gubernamental de abrogar el ANP de la Sierra de Álvarez (página 124 de dicha RG), motivando ello la promoción del juicio de amparo que revivió la preocupación legal y social por la zona, que continuó con la recolección de más de 15 mil firmas autógrafas de ciudadanos preocupados que solicitaron al Gobernador del Estado su intervención, lo que no tuvo éxito o interés alguno de su parte.

@luisglozano