Dirán que no es para tanto pero salir de esta gripilla es como empezar a vivir. Empezar a describir el valor de la energía vital.
Perder de un día para otro la capacidad de hablar sin toser, de moverse sin dolor, de dormir sin palpitaciones es algo que arrebata algo de tranquilidad y no es que no haya un farmacia cerca o un médico a quien llamar.
Es enfrentarse al misterio de la vida como una criatura ingenua cuando le arrebatan su juguete.
Uno se pregunta por-qué y qué me pasó.
Y volviendo mentalmente a las últimas horas de los últimos día otorgamos facilidades a la falta de un saco, de una bufanda o de bañarse con agua fría.
Solo que todo lo anterior no encaja.
Obediente como si dependiera de mi madre, religiosamente llevo y traigo con que cubrirme aunque andar descalza no es algo que pueda erradicar de mi lejana niñez.
Caí en las garras del virus que no fue coronado como tal. Una laringitis que tardó lo que tardan 2 ampolletas más dos días intermitentes entre que cuaja y no, y le doy la vuelta a la segunda dosis.
Extraviar momentáneamente la salud quita el sueño aunque sea temporalmente.
Empieza uno a querer imaginar cómo entran los bichos, en qué parte del cuerpo eligen hospedarse, hacer nido y dar vida a una colonia de vida corta que será eliminada a base de fumigante para consumo humano llamado antibiótico, cortisona o alguna de otras variantes de pesticida.
Regresando un poco al mundo, ya despierta, sin el placer doloroso del quedjido del cuerpo, la vida vuelve a encajar en donde estaba y no.
Se experimenta un aprecio inherente, un sentido de valor a cada una de las partes del cuerpo, una reflexión sobre la fragilidad humana y un agradecimiento a quienes estuvieron ahí para mí.
Hay un respeto por quienes sufren enfermedades largas y/o dolorosas, por quienes tienen diagnósticos terminales o de fuerte impresión, a pesar de que el fin de la vida es algo que todos vendremos a enfrentar sin nadie que lo pueda evitar.
A pesar de ello, la mayoría de nosotros queremos estar y seguir bien para uno y para los demás.
A todos los enfermos espero se recuperen pronto. No es de ganas pero las ganas ayudan a ver las cosas de forma diferente.
Get well.